España tiene mucho encanto y, por ende, muchos lugares y pueblos con encanto. Los hay de todos los colores, de todas las formas, de todas las épocas, en el norte y en el sur, en el este y en el oeste… un sinfín. Así, es muy posible que solo conozcas uno de ellos, tal vez dos, e incluso tres; sin embargo, los más de 500.000 kilómetros cuadrados de España dan cabida a más pueblos y sitios con encanto de los que puedas ni imaginar. Hoy, recordarás unos y descubrirás otros en nuestro listado de los pueblos bonitos del Mediterráneo y el resto de España.
Los pueblos más bonitos de España
El encanto, como lo son las opiniones, es algo subjetivo. No existe un baremo específico para medir la magia de un pueblo y de otro. Por desgracia, ni siquiera Google tiene la respuesta a cuáles son los más maravillosos del planeta. Ahora bien, aquello que no admite dudas es que, cuando un pueblo tiene encanto, lo tiene. Y se nota.
Precisamente por ello, antes de contarte todo lo esencial sobre el primero de ellos, es imprescindible aclarar que están ordenados alfabéticamente ante la imposibilidad de clasificarlos mediante cualquier otro criterio: ¡todos ellos son simplemente sublimes!
Banyalbufar, Mallorca
Empezamos pues por la letra “B” de Banyalbufar, uno de los pueblos más bonitos de la maravillosa isla de Mallorca. Sigue un patrón de construcción muy típico de las poblaciones mallorquinas en pendiente y que, junto con el lugar, forman un paisaje digno de ser admirado.
Además, está situada a medio camino entre la Sierra de Tramuntana y el Mar Mediterráneo, desde donde sus habitantes pueden presenciar como mar y montaña se conjugan para concebir un entorno muy natural.
Besalú, Girona
¿Te apetece viajar varios siglos atrás en el tiempo? No es necesario disponer de una máquina del tiempo para hacerlo. En la provincia de Girona existe un lugar donde la época medieval sigue muy viva: en Besalú.
Esta pequeña localidad catalana, a día de hoy, todavía preserva las murallas que la protegieron tiempo atrás, el puente que la comunicaba en antaño y demás construcciones medievales de sus inicios que se mantienen intactas, como si el tiempo no hubiese pasado para ellas.
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Castellfollit de la Roca, Girona
También en Girona existe otro de los pueblos con más encanto de Cataluña. En esta ocasión nos referimos al pueblo gerundense de Castellfollit de la Roca. Este diminuto municipio es el ejemplo de que lo bueno viene siempre en pequeñas cantidades.
Esto es así pues estamos hablando del segundo término más pequeño de Cataluña y uno de los más pequeños de España. ¿Sus dimensiones? Un kilómetro cuadrado. Poco espacio aunque suficiente para una villa que fue levantada al borde de un elevado y escarpado acantilado, ofreciendo una imagen tan curiosa como temeraria.
Cudillero, Asturias
De los verdes prados de Asturias cualquier sorpresa podía aparecer, como un tradicional pueblo pesquero asturiano llamado Cudillero. Una villa de marcado origen marinero muy escondida y que llegó a ser el puerto más importante de la región asturiana.
Sin embargo, este no solo destaca por su tradición pesquera, sino también por las coloridas fachadas de las casas que conforman la villa. En 1982 fue escenario de algunas escenas de la película “Volver a empezar” de José Luis Garci: la primera producción española en ganar un Óscar. Casi nada.
Guadalest, Alicante
En lo más alto de un peñasco de casi 600 metros de la provincia de Alicante se encuentra otro lugar de ensueño. Este pequeño pueblo recibe el nombre de Guadalest y está dividido en dos partes: la del castillo, aún protegido por su antigua muralla; y la del Arrabal, el pueblo que asentó en las faldas del monte posteriormente.
Guadalest nace de la suma de ambos. La ausencia de uno de los dos sería fatal. Sin embargo, si uno de los dos es identificativo del municpio, ese es claramente el castillo de San José. Habiendo sido además parte activa de la historia española, pues fue conquistado a los musulmanes por Jaime I y dañado durante la Guerra de Sucesión hasta el resultado visible a día de hoy.
Júzcar, Málaga
En Málaga se encuentra el que posiblemente sea el lugar más curioso de cuantos hemos visto hasta el momento… y dejando el listón muy alto. El pequeño pueblo de Júzcar curiosamente fue la localidad española en la que se estableció la primera fábrica de hojalata.
Sin embargo, no es conocida por ello; sino por las casas de color azul que la componen. Esta iniciativa nació de una agencia publicitaria de Madrid como recibimiento especial del estreno en cines de la película de “los Pitufos”. Las casas se pintaron en el año 2011 y poco tiempo bastó para que sus habitantes decidieran seguir con esta peculiar apuesta.
Morella, Castellón
Si Besalú ya te sorprendió, prepárate. En Castellón se encuentra lo más parecido a una fortaleza medieval que puedas encontrar fuera de una pantalla de cine. Morella está presidido por un imponente castillo levantado a más de 1.000 metros de altura y que sigue rodeado por la muralla que lo protegió en el pasado.
Concretamente, hasta dos kilómetros de cercado junto con las dieciséis torres y seis portales que completan esta espectacular reliquia. Tal es su belleza que fue reconocida como Conjunto Histórico-Artístico. No es para menos, desde luego.
Setenil de las Bodegas, Cádiz
No menos llamativo es el caso de este pequeño municipio gaditano, uno de los pueblos de mayor encanto en Andalucía. Setenil de las Bodegas se expandió desde su castillo siguiendo el recorrido del río hacia abajo. Hasta ahí, todo muy normal, pero…
¡Sí, las casas de la parte baja están cubiertas por las propias rocas del terreno! Una panorama tan único como llamativo e increíble. Las viviendas bajo, literalmente, este fenómeno reciben el nombre de “abrigo de rocas”. Eso sí, sigue habiendo una pregunta para la que no tenemos respuesta: ¿dormirán tranquilos?
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Tejeda, Las Palmas
El archipiélago canario también tiene sus propios rincones por descubrir. Buen ejemplo de ello es el pueblo de Tejeda, en Gran Canaria. Este bello municipio se encuentra en el foco de una de las mayores calderas volcánicas del conjunto de las Islas Canarias.
Aunque no todo su valor depende del patrimonio natural, pues la política municipal también ha dado mucho de su parte. Sus habitantes son muy cuidadosos en los cuidados del pueblo y mantienen las paredes blancas y las características terrazas de sus casas siempre impolutas.
Vejer de la Frontera, Cádiz
Con el último volvemos otra vez a Andalucía, otra vez a Cádiz. Vejer de la Frontera es otros de los lugares con más encanto de España. ¿Por qué? Pues por su elevada ubicación en una colina de casi 200 metros de altura, por su proximidad y vistas al mar, por las marcas que han ido dejando a su paso las diferentes civilizaciones…
Pero, sobre todo, por el blanco impoluto de sus fachadas. Todas ellas, en su conjunto, sacan a relucir el máximo esplendor del color más puro de cuantos existen. ¿Cuál será el secreto para mantener las infraestructuras tan blancas como el primer día?
Ya sabes que, vayas donde vayas, las casas rurales de Hundredrooms serán siempre el escenario ideal para pasar unas vacaciones como en casa en la tranquilidad de un entorno alejado como cualquiera de los anteriores.
