Alojamiento en el Algarve

Apartamentos turísticos en el Algarve recomendados

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Apartamentos que admiten perros

Apartamentos para ir con niños

Apartamentos para dos personas

Descubre la región portuguesa del Distrito de Faro

Al sur de Portugal, el Algarve es la región más popular del país, especialmente conocida por sus paradisíacas playas y sus entornos naturales. Su capital es la ciudad de Faro, que a su vez lo es en el Distrito de Faro, un territorio geográficamente idéntico al Algarve. Con casi 5.000 kilómetros cuadrados de superficie total, es la región más occidental del sur peninsular y de ahí proviene su nombre, ya que al-Garb en árabe significa el “occidente de al-Ándalus”. Sin embargo, el nombre no es lo único que se conserva del dominio islámico, época en la que tuvo un importante papel como centro cultural, científico y tecnológico. El Castillo y la Catedral de Silves son patrimonio árabe en una ciudad portuguesa que llegó a la categoría de Taifa de Silves. Otras, como la Catedral de Faro, fueron construidas posteriormente y ya para conmemorar la reconquista cristiana. También posteriores, ya que en el siglo XV el Algarve, como zona importante en la costa peninsular, era asediada continuamente desde el mar; obligando a la construcción de una serie de fuertes defensivos como la Fortaleza Ponta da Bandeira, la de Sacre o la de Santa Catarina, entre otros. Sin embargo, si algo es conocido del Algarve son sus playas, no teniendo para nada que envidiar a las del mismísimo Caribe. Tanto es así, que tras unos inicios dependientes de la agricultura y de la pesca, en la actualidad esta región portuguesa vive del turismo. De hecho, se podría decir que es la continuación de Andalucía, comunidad autónoma con la que limite por su parte este. Las similitudes son evidentes y es por eso, al menos parcialmente, que se trata de un destino de vacaciones también muy popular entre los españoles. El pertenecer a otro país y no al nuestro hace que muchos de nosotros no lo tengamos muy bien ubicado en nuestro mapa mental; por eso es importante conocer bien los lugares más populares y qué hacer en cada uno de ellos antes de iniciar la búsqueda de alojamiento.

  • Faro: es la capital del Algarve. Como ciudad más importante de la región, cuenta con su propia entrada aérea, el Aeropuerto de Faro, de modo que es muy fácilmente accesible desde cualquier punto del territorio nacional. Aún así, es mucho menos dependiente del turismo, algo muy visible en su día a día. Por ello, en verano no alcanza los niveles de otras localidades, aunque tampoco pierde toda su población en invierno. Es, por tanto, una buena opción para quien busque huir de masificaciones. Además, ofrece patrimonio histórico como la Capilla de los Huesos, la Catedral o el Palacio de Estói; entornos como el Parque Natural de Día Formosa; y playas increíbles.
  • Albufeira: es uno de los destinos más conocidos de Portugal y probablemente el más popular de la costa algaravía. Con un núcleo asentado sobre un imponente acantilado; a sus pies, una extensa playa que incluye la famosa Praia dos Pescadores y otras como Praia do Inatel o Praia dos Alemães. Con un toque que aún a día de hoy recuerda al dominio islámico de siglos atrás, su casco antiguo no deja indiferente. Una zona muy bien conservada y tranquila, ideal para viajar en familia. Para quienes busquen fiesta, también la hay. Y mucha. Alejada del centro, eso sí, muy concentrada en la calle del Stip.
  • Lagos: guarda muchas similitudes con la anterior, ya que ofrece cultura y ocio a partes iguales. Por un lado está la parte tradicional que todavía conserva intacta con el Forte da Ponta da Bandeira, el Castelo dos Governadores o su parte antigua en general. Por el otro, lugares maravillosos que van desde playas como Praia Dona Ana o Meia Praia hasta los acantilados más impresionantes de Portugal, los de Ponta da Piedade. Además, es un destino perfecto para visitar con niños, ya que a su ambiente sosegado se le une una gran variedad de atracciones para los más pequeños, siendo Zoomairne y Slide&Splash; los más populares.
  • Vilamoura: probablemente la población mejor preparada a nivel turístico. A diferencia del resto, nació muy recientemente, ya en la década de los 80, como centro de golf. Esto significa ha sido diseñada específicamente para ser un destino de vacaciones de referencia. Una localidad cosmopolita donde abundan los parques, los restaurantes, los bares, las tiendas de moda y, sobre todo, una gran variedad de alojamiento turístico. A pesar de ello, se trata de un destino refinado y más exclusivo, un poco más caro y, por tanto, con una garantía de calidad mayor que otros.
  • Tavira: asentada a ambos lados del río Gilão, ofrece una estancia muy diferente a los anteriores. Es la más próxima a España y muy tranquila, conservando gran parte de su patrimonio histórico. Con el Castelo de Tavira como puntos de interés más destacado, la curiosidad de este destino reside en la existencia de un total de 36 iglesias. Además, la Ilha de Tavira ofrece 7 kilómetros de playa muy tranquilos y de gran belleza. Por todo esto, y más si viajas con la intención de desconectar, Tavira es una gran opción para alejarse de las masas.

Vacaciones en la costa sur de Portugal

El Algarve de Portugal es una región que, como ya sabes, destaca por encima de todo por la calidad de sus aguas y la belleza de sus playas. Dos ingredientes que, sumados a un tercero que es el clima, dan lugar a la receta perfecta para que estemos hablando del lugar ideal para pasar unas vacaciones de verano. No es nada sorprendente, ya que las similitudes con el sur de nuestro país son más que evidentes. Por eso, la temporada de alta del Algarve va desde junio hasta agosto y los precios de los apartamentos turísticos así lo reflejan subiendo un 50% de media respecto al nivel habitual. Aunque, eso sí, merece mención el hecho de que tantos la demanda como, en consecuencia, los costes suelen caer un poco antes que en el resto de los destinos europeos. Así, de cara a mitad de agosto es posible encontrar alojamiento más barato sin que todavía se note ningún tipo de cambio climático. Y esto sería obviamente extrapolable a los meses previos a junio y también a los posteriores, dado que el sol del sur de Portugal brilla con fuerza desde abril hasta octubre. Durante ese periodo, cualquier momento será excelente para visitar la Praia de Marinha, la Praia de Galé, la Praia de Benagil y compañía. Así como conocer la coste algaravía desde el mar y ver el Cabo de San Vicente o Ponta da Piedade en todo su esplendor; ya sea en con una excursión en barco, surfeando las olas del Atlántico o simplemente haciendo esnórquel en unas aguas muy dadas a ello. Además, contra más alejados del verano estemos, menor será concentración de gente en ellas y podrán disfrutarse de manera más exclusiva. Pero es que, incluso en temporada baja, es decir, de noviembre a marzo más allá de apartamentos un 15% más baratos podrás disfrutar de un entorno espectacular y de todo su patrimonio de manera mucho más tranquila y económica. Desde descubrir la costa oeste del Algarve y su precioso Parque Natural del Suroeste Alentejano y Costa Vicentina, hasta rutas por las islas barrera de la Ría Formosa, otras por las fortalezas que protegieron la región en el siglo XVI o simplemente entre pueblos para conocer los cascos históricos de poblaciones con una pasado glorioso como Tavira, Loulé, Portimão o Silves, por ejemplo. A pesar de ser un territorio muy extenso, el Algarve ocupa un entorno muy particular y bello que invita a ser descubierto de un extremo a otro. Imposible decidirse por una zona o por otra; por eso es especialmente recomendable idear una ruta para acercarse a la mayoría de lugares destacados de esta región portuguesa… y probar la famosa cataplana de marisco en cada uno de ellos.

El Cabo de San Vicente, el Castillo de Silves y playas de ensueño

  • Praia da Rocha: es una de las más famosas del sur de Portugal. Está ubicada en el corazón de su población homónima, entre la Fortaleza de Santa Catarina y al Fuerte de São João de Arade. de arena fina y aguas tranquilas, las vistas que se obtienen desde el Mirador Praia da Rocha son difícilmente comparables. Tranquila y familiar de día y muy animada de noche, es el corazón de una de las zonas más turísticas de Portimão y del país luso en general.
  • Praia da Marinha: si Praia da Rocha es muy conocida, esta no lo es menos y seguramente lo sea más aún entendida como símbolo del país. A diferencia de la anterior y de las que vienen a continuación, está considerada como una de las 10 playas más bonitas y dentro del Top 100 mundial por parte de la Guía Michelín. Y merecidamente lo es gracias a lugares como las grutas de Benagil, el arco natural o su famosa sima, icono promocional de la región del Algarve.
  • Praia da Arrifana: en la costa oeste del Algarve y también junto a las ruinas de una antigua fortaleza, está asentada en el entorno natural y protegido del Parque Natural da Costa Vicentina. Está protegida por altas paredes que la acompañan en todo momento, aunque con unas condiciones ideales para la práctica del surf y también del buceo. Especialmente conocida es su Pedra da Agulha, un particular peñasco que sale del mar.
  • Praia do Amado: al sur de la anterior, pero en la misma preciosa costa, esta es probablemente la más conocida entre los amantes del surf. Con una escuela a pocos metros de ella y varios campeonatos a sus espaldas, se trata de un escenario ideal tanto para aprender a subirse a una tabla como para prepararse de cara a futuras competiciones. El entorno, repleto de acantilados y montañas, se asimila mucho al de la anterior.
  • Praia de Dona Ana: colores, rocas, paredes, peñones, arena fina y aguas turquesas son los principales ingredientes de una de las playas más pintorescas de la región. Se encuentra a muy pocos kilómetros de Lagos, poco antes de llegar a la famosísima Ponta da Piedade y sus espectaculares formaciones rocosas. Su proximidad la ciudad, desde la que puede accederse incluso a pie, hace que sea muy visitada en verano.
  • Praia da Coelha: a pocos kilómetros de la popular localidad de Albufeira, es una pequeña playa rodeada de los comunes acantilados de la costa del Algarve. Está muy recogida del viento y sus aguas son realmente tranquilas, aunque sus pequeñas dimensiones hacen que se llene fácilmente en verano.
  • Praia dos Pescadores: es una de las más concurridas de la región, al encontrarse ubicada en pleno centro de Albufeira. A diferencia de las últimas, esta es una playa urbana que cuenta con todos los servicios comunes, como hamacas y restaurantes. Ofrece unas bonitas vistas desde el Miradouro do Pau da Bandeira.
  • Praia da Falesia: al este de la anterior, forma parte de un extenso arenal que va desde Albufeira hasta el centro turístico por excelencia, Vilamoura. Al encontrarse entre dos grandes núcleos vacacionales, está completamente equipada; por lo que no le falta servicio de sombrillas, hamacas, seguridad, duchas, restaurantes… Si te has quedado con ganas de más, en nuestro blog puedes ver con fotos las 10 mejores playas del Algarve.
  • Isla de Tavira: con 11 kilómetros de superficie total y formando parte del Parque Natural Ría Formosa, apenas se encuentra a un kilómetro de la costa, con la que encaja a la perfección. La distancia se mantiene de manera uniforme prácticamente en todo momento, resultando muy llamativo a la vista. Tiene tres playas, todas ellas bandera azul: Praia da Terra Estreita, la Praia do Barril y la Praia do Homem Nu.
  • Isla de la Culatra: no muy lejos de la anterior, aunque más próxima a Faro, es la otra gran isla de la Ría Formosa. Apartada de las masificaciones, se trata de un oasis tranquilo y residencial al que ha de accederse vía ferry. Tras un paseo por una pasarela de madera, la playa de Culatra se extiende a lo largo de más de 6 kilómetros, desde el faro de Santa María hasta la vecina isla de Armona. Un lugar especial.
  • Cabo de San Vicente: se trata de una impresionante punta, punto de unión de dos enormes acantilados. Ya en tiempos romanos era conocidos como Promontorium Sacrum. Marca el final del golfo de Cádiz y la presencia de su faro junto con la de la Fortaleza de Beliche demuestran su importancia como lugar de control y vigía marítimo. Es el punto más suroccidental de Europa.
  • Ponta da Piedade: ubicado junto a la importante ciudad de Lagos, se trata de una zona que combina impresionantes acantilados tallados por la corriente marina con preciosas playas. En ella particularmente destacan las formaciones rocosas nacidas a raíz del impacto de las olas atlánticas, combinando desde pilares hasta túneles naturales o grutas ocultas. Pueden visitarse desde tierra, aunque también es recomendable verlas desde el mar o incluso meterse en ellas.
  • Parque Natural del Suroeste Alentejano y Costa Vicentina: es un importante espacio de alto valor natural que ocupa más de 100 kilómetros de la costa oeste portuguesa, desde la ribeira de Junqueira hasta la playa de Burgau. Esta zona combina desde acantilados de lo más abrupto como el promontorio de Sagres, con playas de ensueño como Praia da Bordeira o construcciones humanas como la Ribat da Arrifana. de gran valor son también su flora y su fauna.
  • Parque Natural de Ria Formosa: es un sistema de ensenadas ubicado en la costa sureste de Portugal que forman un pequeño archipiélago de islas barrera y dos penínsulas. Isla Barreta, Isla de Culatra, Isla de Armona, Isla de Tavira y la Isla de Cabanas forman el primer grupo; mientras que las penínsulas de Ancão y Cacela conforman el segundo. Además de bellas playas, cuenta con 170 kilómetros cuadrados por su importante papel en las migraciones de aves.
  • Castillo de Silves: construido en el siglo XI es considerado el castillo de origen árabe en mejor estado de conservación del país, siendo también la fortificación islámica más importante del país. Fue levantado sobre una colina desde la que preside la localidad de Silves. Es monumento nacional en Portugal.
  • Fortaleza de Santa Catarina: está ubicada sobre la popular Playa da Rocha, asentamiento que estaba destinada a proteger de invasiones y ataques por vía marina. Data del siglo XVI, cuando fue creado junto a la desembocadura del río Arade a petición de João de Castro.
  • Fortaleza de Sagres: construida sobre el cabo homónimo, se halla a pocos kilómetros de la Fortaleza de Beliche y el Cabo de San Vicente. Desde ella se obtienen unas maravillosas vistas de los dos lugares anteriores, así como una panorámica excepcional del océano Atlántico. Junto al castillo o fuerte se encuentra la Iglesia de Nuestra Señora de la Gracia.
  • Catedral de Faro: tiene un origen en 1251, aunque ha sufrido numerosas reconstrucciones; siendo la posterior al famoso terremoto de Lisboa de 1755 la más profunda. Ofrece unas excelentes vistas de la ciudad y la ría desde su campanario. Se la conoce igualmente por el nombre de Iglesia de Santa María.
  • Catedral de Silves: construida en la misma época que la anterior, durante el siglo XIII, y también reconstruida tras el terremoto de Lisboa de 1755, es un importante templo religioso localizado en Silves. El estilo predominante es el gótico, aunque combina otros elementos dada las modificaciones sufridas posteriormente.
  • Museu de Portimão: su colección engloba desde los primeros asentamientos prehistóricos hasta el funcionamiento de la industria conservera de pescado, principal motor económico antes de la llegada del turismo. Entremedias, cómo se vivió el dominio islámico y romano, la importancia de los barcos de madera o la agricultura. Un repaso completo a la historia de la ciudad.