Los castillos de España son la viva prueba de la importancia del país en la época medieval. Todos ellos con rasgos de las diferentes civilizaciones y culturas que dominaron, pasaron o, simplemente, influyeron en la nuestra. Por mucho que pasen los años, nunca es tarde para retroceder varios siglos atrás y ponerse en la piel de un antiguo noble, caballero, clérigo o simple plebeyo. A día de hoy, sigue siendo imposible viajar atrás en el tiempo; ahora bien, sí es posible viajar a lugares que te sumerjan en el pasado. En esta entrada descubrirás los castillos en los que la Edad Media se confunde con la Contemporánea.

Castillo del Butrón, País Vasco
Para dar con el Castillo del Butrón hay que dirigirse al País Vasco, primero, hasta dar con el municipio de Gatica, en Vizcaya. Está rodeado por un espeso bosque y ubicado sobre una colina donde mora desde el siglo XII. Sin embargo, por aquel entonces, todavía no era un castillo, sino una casa-torre propiedad de la familia Butrón. No sería hasta cuatro siglos más tarde, en el XVI, cuando el V Señor de Butrón levantó una construcción que tiempo después se vería dañada y abandonada durante un periodo de tiempo considerable, que penalizó todavía más su apariencia.

Su aspecto actual responde a una profunda reconstrucción llevada a cabo en el siglo XIX y que tomó el gusto germánico como estilo. La Torre del Homenaje es su símbolo superior y más visible, siempre custodiada por otros tres torreones, la cubierta y hasta siete niveles de altura.
En 2014 fue sacada a subasta y, a día de hoy, sigue estando en venta por al grupo empresarial IMBISA, propietario del monumento. ¿Algún interesado?
Castillo de Olite, Navarra
Más conocido como el Palacio Real de Olite, está ubicado entre las montañas de Navarra y el Valle del Ebro. En el siglo XIV y bajo el reinado de Carlos III fue construido como una de las sedes de la Corte del reino que éste presidía, el Reino de Navarra. Así, en verdad, estamos ante un palacio y no ante un castillo, pues su estilo cortesano priorizó los aspectos residenciales a los militares. Un estilo que bebió de las influencias francesas, lugar donde el rey fundador se crió. La forma final del palacio se forjó a raíz de diferentes procesos no sucesivos de construcción, lo cual acabaría siendo su principal característica: el desorden de los elementos que lo conforman.

En su época llegó a ser considerado como uno de los más bellos de toda Europa. En 1937 se iniciaron las obras de reconstrucción y, en la actualidad, todavía no han finalizado. Pese a ello, recientemente, el Palacio Real de Olite fue designado como la primera maravilla medieval de España.
Castillo Almodóvar del Río, Andalucía
Desde lo más alto del cerro de La Floresta, el Castillo Almodóvar del Río contempla con vigor la Vega del Guadalquivir. Zona en que años antes de Cristo había existido un poblado fortificado de origen íbero-turdetano. Sin embargo, no fue hasta la época musulmana cuando se levantó el castillo, en el siglo VIII. Bajo el nombre de Al-Mudawwar, que significa seguro en musulmán, nació la fortaleza que hoy en día es conocida como el Castillo Almodóvar. Así, las raíces del mismo son africanas. Incluso es escenario de una historia legendaria: la de la princesa Zaida, quien se refugió entre sus paredes ante el asedio de los almorávides.

Entre 1901 y 1936 la fortaleza fue reconstruida hasta adquirir el aspecto que se puede apreciar en la actualidad. Además, es el mejor conservado de Andalucía y desde cuyas torres se puede disfrutar de una espectacular vista de las tierras andaluza.
Castillo de Coca, Castilla y León
A las afueras de la localidad de Coca, en Castilla y León, se encuentra este castillo gótico-mudéjar, cuyo nombre coincide con el del municipio. Cerca del río Voltoya, concretamente en su meandro, esta fortaleza fue construida en el año 1473 como residencia señorial. Curiosa es una de las historias que se vivieron en su interior solo treinta años más tarde. Cuando se ampliaron los atributos defensivos del castillo ante los ataques del marqués de Cenete, quien quería recuperar a su prometida, retenida por su propio tío. Un par de siglo después de este peculiar acontecimiento sería abandonado hasta que las tropas francesas ocuparon el edificio durante la Guerra de la Independencia. Una vez superado el conflicto, el castillo volvió a ser abandonado, ya en ruinas.

Hasta 1931, cuando fue declarado Monumento Histórico-Nacional. Finalmente fue cedido al Ministerio de Agricultura, propiedad bajo la cual sigue y seguirá hasta 2054, año en el que finaliza la donación de “100 años menos 1 día”. Curioso, ¿no?
Castillo de Loarre, Aragón
Al comienzo de los Pirineos, en plena sierra con la que comparte nombre, se halla el Castillo de Loarre. Una ubicación que no es para nada casual. Desde ahí gozaba de pleno control de la llanura de La Hoya de Huesca, donde los musulmanes encontraron una tierra muy rica para el cultivo agrícola. Levantando en el siglo XI sobre un antiguo establecimiento de origen romano, su estilo de construcción también proviene del poblado de habla latina. En un primer momento tan solo se construyeron algunos elementos como el edificio real, el torreón de la Reina o la torre del Homenaje. Poco después se produciría una ampliación hasta el estado actual y, finalmente, en 1287 se forjarían los más de 170 metros de muralla que lo cubren.

En 1906 fue denominado Bien de Interés Cultural y Monumento Nacional. No es para menos, el actual estado en el que se conserva es más que admirable, tanto que es considerado como el castillo en mejor estado de toda Europa. ¿Algún cinéfilo en la sala? En esta fortaleza se grabaron fragmentos de la película “El Reino de los Cielos” de Ridley Scott.
Castillo de Bellver, Mallorca
También situado en una colina a poco más de 100 metros del nivel del mar y rodeado por un bosque, el Castillo de Bellver se encuentra a solo tres kilómetros de la capital de la isla de Mallorca. Fue construido en el siglo XIV bajo un patrón claro que identifica y define esta fortaleza de estilo gótico: su forma circular. Tanto la estructura central como sus torres se construyeron con un diseño esférico muy distintivo. Esto, unido a la ausencia de de las almenas características de los castillos -a causa de la introducción de artillería-, hacen del de Bellver un castillo un tanto singular. Nombre que nace, por cierto, de las bellas vistas –bell veer– que se pueden disfrutar desde esa zona: el mar Mediterráneo, la sierra de Tramuntana y el extenso Pla de Mallorca.

No solo es una de las pocas fortalezas ovaladas de Europa, sino que además es la más antigua de ellas. No es de extrañar que el Ayuntamiento de Palma, actual propietario del castillo, haya decidido ubicar el Museo de Historia de la Ciudad de Palma en su interior y abrir sus puertas al público.
Castillo de Alcázar de Segovia, Castilla y León
En un pequeño cerro delimitado por la confluencia de los ríos Eresma y Clamores se encuentra el maravilloso Alcázar de Segovia. Sus primeros cimientos se colocaron sobre una antigua fortificación romana en el siglo XII, momento en el que fue levantado. Originariamente fui concebido como fortaleza de origen hispano-árabe. Sin embargo, a lo largo del tiempo pasó por diferentes etapas con funciones de lo más variado. Desde palacio real hasta una academia militar, pasando entremedias por prisión estatal y centro de artillería.

Tras ser nombre Monumento Histórico-Artístico en el año 1931, actualmente da cobijo a un museo de temática militar y es considerado uno de los castillos-palacio más singulares de toda Europa. ¿Por qué? Pues por acabado en forma de proa de barco, algo que hace de él un monumento único. Fíjense: tal es la majestuosidad del Alcázar de Segovia, que, según se dice, hasta Walt Disney se inspiró en él para el cuento de la Cenicienta.
Castillo de la Mota, Castilla y León
Situado en los más alto de un pequeña colina de Medina del Campo, en Valladolid, la ubicación del Castillo de la Mota comparte argumento con tantos otros: vigilar la comarca desde las alturas. Una fortaleza que nació en el siglo XI y cuyo materia prima fueron los típicos ladrillos rojos de la zona, guardando la piedra únicamente para ornamentar el edificio. En sus inicios fue habitáculo para los vecinos de la villa, hasta que pasó a manos de la realeza y, finalmente, una famosa prisión de la época. Por ella pasaron personalidades de la época como Rodrigo Calderón, el Duque Fernando de Calabria o César Borgia. Este último protagonizó una de las grandes historias del castillo, pues logró fugarse descolgándose con sus propias sogas a la torre del Homenaje.

Solo algunos fragmentos de su muralla resistieron los posteriores conflictos por los que pasó la fortaleza y pueden ser contemplados a día de hoy. Mientras el castillo refleja las consecuencias bélicas en sus muros. Además, el conjunto del Castillo de la Mota, declarado Bien de Interés Cultural en 1904, puede visitarse tanto de manera libre como guiada.
Castillo Manzanares el Real, Madrid
En la Comunidad de Madrid, a los pies de la sierra de Guadarrama y casi pegado al embalse de Santillana, nació este castillo en el siglo XI. También conocido como el Castillo de los Mendoza, pues fue concebido como palacio residencial para la familia Mendoza a partir de los restos de una antigua ermita románico-mudéjar. Está construido íntegramente con piedra de granito y formado por cuatro torres que forman la estructura cuadrangular característica de este magnífico monumento madrileño. Un total de seis son los diferentes niveles de altura de esta edificación que dan cabida a terrazas, matacanes y las típicas almenas tan propias de los castillos medievales.

Declarado como Monumento Histórico-Artístico en el año 1931, en la actualidad es uno de los que se encuentran en mejor estado de toda la Comunidad de Madrid. Todo aquel viajero que esté de paso por tierras madrileñas debería asomarse a contemplar la grandeza que transmite.
La Alhambra, Andalucía
Más fortaleza que castillo, uno de los monumentos más visitados de toda España cada año -el que más en 2011- no podía faltar. La Alhambra de Granada es uno de los principales iconos tanto de Andalucía como del país. Ya con la intención de ser un símbolo, este complejo se construyó en los más alto de la colina Sabika, desde donde contempla y es contemplado. Formado por un conjunto de palacios y jardines unidos a la fortaleza, este complejo comenzó a fraguarse en el siglo XI, cuando Granada pasó a ser la capital de reino de Taifa. Momento en que se convirtió en sede de la monarquía y la Corte del Reino nazarí.

El resultado final habla por sí solo. Un monumento de imponente presencia y belleza clásica, perdido en un extenso espacio verde y natural que no hace más que acentuar la grandeza y aura del lugar. La culminación histórica de la Alhambra tuvo lugar en 1984, año en el que fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Con mucha razón, su valor histórico, patrimonial, artístico y patriótico es simplemente incalculable.
Para una experiencia medieval en la que descubrir todos estos castillos de España y alguno más que no haya entrado en la lista, puedes encontrar un apartamento para ti en cada uno de los puntos que visites. ¿Dónde? En Hundredrooms, el mejor recurso del viajero. ¡Recuperen sus viejos corceles, caballeros!