Alojamiento en Alquézar

Selección de Apartamentos en Alquézar

Todo el alquiler vacacional de Alquézar en un mismo sitio

No dejes escapar la oportunidad de disfrutar de un apartamento en Alquézar. Aunque solo sean unos días, la calidad de la experiencia hará que lo recuerdes durante mucho tiempo. Esta pequeña y antigua villa medieval se encuentra a los pies de los Pirineos y rodeada de parques naturales. ¿Puede haber algo mejor? Descubre desde la comodidad de tu apartamento vacacional en Alquézar todo lo que rodea a este municipio Oscense. Podrás conocer la fortaleza que domina la villa y que es de origen musulmán. Aprovecha para activar tus piernas y visita su famoso barranco del río Vero o el

Bienvenido a Alquézar

Alquézar te transportará al pasado, rodeado de uno de los paisajes más bellos que puedas encontrar, a los pies del Pirineo. No esperes más, tú puedes formar parte de esta pequeña villa por unos días y comprobar toda su magia, encontrar alojamiento allí nunca había sido tan fácil. Olvídate de los hoteles en Alquézar y sumérgete en sus medievales calles. En Hundredrooms darás con las mejores ofertas disponibles en los principales portales dedicados al alquiler de alojamientos vacacionales.

Apartamentos para familias

Apartamentos que aceptan perros

Apartamentos para dos personas

Ideas para tu estancia

Dentro del propio pueblo de Alquézar existen dos puntos todavía por visitar: el Mirador de O’ Bricón y, sobre todo, el Mirador “Sonrisa al Viento”. Este último es el más popular de los dos, desde el que se obtienen una refrescante vista del pueblo y del último tramo del cañón del río Vero. Un paisaje de postal.Esta villa oscense es ideal para aquellos visitantes que disfruten con el turismo activo. En sus proximidades se pueden llevar a cabo deportes de todo tipo, como senderismo, barranquismo, descenso de ríos e incluso esquiar, no muy lejos de allí. Por ejemplo podrás hacer una expedición por el Parque Natural de la Sierra de los Cañones de Guara y, si no tienes suficiente, hasta podrás subir a lo más alto de los Pirineos hasta llegar al Parque Natural de Ordesa y Monte Perdido, un auténtico edén natural. Así mismo tampoco olvides pasar por el barranco del río Vero, lugar que no solo destaca por su belleza sino también por la presencia de obras del Arte Rupestre Prehistórico. Para descubrir esa zona de Alquiézar puedes optar por tomar la ruta Chimiachas, que empieza y acaba en el propio pueblo. Sin embargo, la más popular es la ruta de las pasarelas, considerablemente más corta que la anterior también por el barranco del río. Ya sabéis que aquí tenemos alternativas para todos, así que si eres más de coche, aprovecha y visita los cercanos y emblemáticos pueblos de Aínsa, Barbastro, Jaca o incluso Bielsa, en los más alto de los Pirineos. Eso sí, no puedes dar por terminadas tus vacaciones sin haber probado antes algún plato típico de la gastronomía de Alquézar. La alquezrana es una cocina muy sustentada en los productos de la tierra, de alta calidad por la riqueza natural de sus campos. Desde cultivos propios hasta la carne de aquellos animales criados en sus prados, sin olvidar productos como las setas, recogidos de manera salvaje. Así, la materia prima de sus platos serán esos ingredientes: la carne de cerdo y de cordero, los quesos artesanos de sus vacas, tomates, pimientos y, especialmente, las uvas. Unas uvas que sirven para la producción de uno de los vinos más famosos, el vino Denominación de Origen Somontano. El restaurante Casa Pardina, el restaurante Casa Gervasio y el restaurante Cueva Reina son algunos de los principales de Alquézar y todos excelentes opciones para probar alguna de las especialidades de la tierra.

Lugares de interés más populares

A los pies de los Pirineos se encuentra esta pequeña villa oscense conocida por el nombre de Alquézar. Concretamente en la parte más baja de las sierras de Balcez y Olsón, en el último cañón del río Vero. Este pueblo debe su nombre a la fortificación que lo preside, al Al-Qasr en musulmán. Precisamente la Colegiata Santa María la Mayor es el símbolo indiscutible de Alquézar, una edificación que ejerce de corona de la villa y que fue construida en el siglo IX por Jalaf ibn Rasid. El objetivo era defenderse del asedio del reino cristiano por hacerse con el dominio de sus tierras. Finalmente, a principios del siglo XI Alquézar fue conquistado por  los cristianos y, según avanzaba su control en la zona, la fortaleza iba perdiendo importancia militar hasta acabar convirtiéndose en una institución religiosa como en la actualidad. La antigua fortaleza conserva un particular claustro de estilo románico trapezoidal, un carácter más bien poco frecuente, justificado normalmente por la necesidad de adaptarse a un espacio preconcebido con anterioridad. Así mismo gran parte del recinto amurallado sigue en pie, al igual que la vieja Torre del Exconjurador en el exterior de la segunda muralla y la Torre del Vigía, aislada al sur de la colegiata. La iglesia de San Miguel de Arcángel es otra identificación de ámbito religioso también muy importante de la villa. Construida en el siglo XVIII, esta iglesia fue levantada en el mismo lugar en el que hubo un previo templo derruido. Sin embargo, el encanto de Alquézar va mucho más allá de estos dos ejemplares monumentos religiosos, sus calles repletas de casas y ornamentos propios de la época medieval hacen de esta pequeña villa uno de los destinos más interesantes del mapa nacional. Además, puedes aprovechar también para conocer de primera mano toda su historia y la cultura local de la mano de los dos museos que puedes visitar en la villa. El primero de ellos, como no, es el Museo de la Colegiata, dedicado a una de las estancias del edificio; el otro es el Museo Casa Fabián, donde uno puede remontarse a los orígenes del estilo de vida alquezrano.