Alojamiento en Costa Brava
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Desde Portbou hasta Blanes
El litoral de la provincia de Girona recibe el nombre de Costa Brava. Con 214 kilómetros de extensión que van desde Portbou hasta Blanes, esta zona gerundense debe su nombre al periodista Ferran Aguiló, quien fue el primero en referirse a ella con el término “Brava” por lo agreste y escarpado de su paisaje. Desde hace siglos, la Costa Brava ha sido, por su ubicación, una importante zona de entrada a la Península desde otros puntos del Mediterráneo. Fueron muchas las civilizaciones que pasaron y habitaron la costa gerundense, así como también es importante el legado que dejaron. La Ciudad Ibérica de Ullastret, el Yacimiento griego y romano de Ampurias o el Poblado ibérico de Puig de Castellet representan los principales restos arqueológicos de la Costa Brava. Ahora bien, si por algo destaca este territorio gerundense es por el valor natural y paisajístico al que hizo referencia Ferrán Aguiló en La Veu de Catalunya. Un entorno que incluye rincones de todo tipo, empezando por el Parque Natural de Cabo de Creus y el Parque Natural de las Marismas del Ampurdán; pasando por pequeños archipiélagos como el de las Islas Medas y una infinita lista de calas de ensueño; para terminar con algunos de los pueblos más bonitos del país. Por todo esto, Costa Brava es un referente turístico a día de hoy y en total son 24 las localidades incluidas en ella. Así, antes de decidir en cuál de ellas buscar tu alojamiento de vacaciones te ayudará conocer lo mejor de cada una de ellas. Estas son nuestras cinco recomendaciones:
- Cadaqués: con decir que un artista como Salvador Dalí se enamoró de él a primera vista no debería ser necesario añadir mucho más. Está ubicado en pleno corazón del Cabo de Creus, en una pequeña entrada marina. Este pequeño pueblo de origen pesquero es uno de los más bonitos de toda la Costa Brava y sin duda uno de los más recomendables.
- Roses: al sur del Cabo de Creus, es mucho más turístico que el anterior. Aunque es principalmente conocida por las playas y calas del Golfo de Rosas, pocos saben que cuenta con grandes lugares de interés como la Ciudadela de Rosas, la Punta Falconera y el Parc Natural dels Aiguamolls de l’Empordà, al sur de la ciudad.
- Begur: asentado en el entorno de la Montañas de Begur, es otro importante núcleo turístico en verano a pesar de que no es un destino costero como tal. Sin embargo, el acceso a las mejores calas del municipio como Platja Illa Roja, Aiguafreda o Aiguablava es muy sencillo. El Castillo de Begur es su elemento patrimonial más destacado, junto con las cinco torres de defensa que rodean la localidad.
- Tossa de Mar: es otro de los municipios más destacados de la Costa Brava. A los pies del Massís de les Cadiretes, es ampliamente conocido por el Castell de Tossa, ubicado sobre una imponente colina al sur de su núcleo urbano. Cala Futadera, Cala Pola y la Platja de’s Codolar son algunas de las otras opciones además de la playa principal.
- Blanes: conocido como el “Portal de la Costa Brava” es el primero desde el sur. A pesar de ser una ciudad grande y turística, mantiene un ambiente más tranquilo y sosegado; siendo una opción muy interesante para viajes en familia. Desde el Castillo de San Juan se obtiene una preciosa panorámica de todo Blanes, con el islote de Sa Palomera como rasgo único.
El verano en las playas del litoral gerundense
Como todo destino de playa, la Costa Brava es una zona que vive su particular temporada alta durante los meses de verano. El privilegiado entorno natural que ocupa, combinando acantilados con el mar Mediterráneo, da lugar a muchas playas y calas con la categoría de Bandera Azul por la calidad de sus aguas. Al poder acceder a muchas de ellas sólo tras excursiones a pie o directamente por el mar, su estado de conservación es perfecto y es posible disfrutar de ellas sin grandes masificaciones. Aiguablava, Cala Montjoi y La Boadella son tres claros ejemplos de ello. Así pues, no es de extrañar que la Costa Brava sea un importante destino de vacaciones y que los precios de sus apartamentos turísticos se incrementen cerca del 70% entre julio y agosto. Además, es también a finales de julio cuando en Blanes se celebra un evento conocido a nivel europeo: el Concurso internacional de fuegos artificiales de la Costa Brava. Más allá de esto, viajar unos meses antes o bien unos meses después te permitirá disfrutar de todo lo anterior a un coste mucho más económico y sin tanta masificación. Por ejemplo, el 23 de junio se encienden hogueras a lo largo de toda la Costa Brava para celebrar la noche de San Juan. Del mismo modo que, en primavera y otoño se darán las condiciones ideales para recorrer el Camí de Ronda y descubrir los paisajes más bellos de entornos naturales como el Cabo de Creus, las Marismas del Ampurdán o la Reserva Marina de Ses Negres. Finalmente, de novimebre a marzo podrás encontrar apartamentos hasta un 20% más baratos; por lo que la temporada baja es una gran alternativa para acercarte a conocer lo mejor de la Costa Brava. Como sabes, su contenido patrimonial y cultural es también muy importante. La Ciudad Ibérica de Ullastret, el Monasterio de Rodas o colecciones como la de la Casa-Museo Salvador Dalí te permitirán sacar el máximo partido a tu estancia a pesar de no poder bañarte en las playas gerundenses.
El Camí de Ronda y todo lo que no puedes perderte
- Camí de Ronda: está formado por más de 20 pequeños recorridos por la Costa Brava que se usaban para vigilar el contrabando y el tránsito de embarcaciones en el litoral catalán. Acantilados, calas de ensueño y unos paisajes increíbles son su principal reclamo. Algunas de las rutas más destacadas son Cala Tavallera - Cap de Creus, Sant Martí - Cala Montgó y Sant Feliu - Cala Romaguer. Si quieres conocer más detalles sobre el Camí de Ronda, visita nuestro blog.
- Cala Illa Roja: es una de las más conocidas de la Costa Brava por el enorme peñón rojo que sobresale de ella. Con una longitud de 120 metros, únicamente es posible acceder a ella a través del Camino de Ronda que va desde Sa Riera hasta la Playa del Racó, por lo que es una buena opción para huir de masificaciones y desconectar en un entorno virgen. En ella se puede practicar el nudismo.
- Cala Tavallera: ubicada en pleno Cabo de Creus, se accede a ella a través del GR11; tomándolo a la altura de Port de la Selva. Al igual que sucede con la anterior, el trayecto de 2 kilómetros hace que sea playa virgen muy bien conservada y poco ocupada. También permite el nudismo. El camino hacia ella cruza junto a la Ermita de Sant Baldiri.
- Cala Pola: a diferencia de las dos anteriores, a esta sí se puede acceder en coche. Aunque también existe un sendero de 6 kilómetros desde Tossa de Mar. Con una ocupación mayor que las otras, este ofrece servicios de ducha, chiringuitos, etc. A pesar de ello, se encuentra en un entorno prácticamente virgen.
- Cala Cullaró: volviendo al Cabo de Creus, tan solo es posible llegar a ella tras un recorrido de 2 kilómetros saliendo desde el Far del Cap de Creus. También poco ocupada, agrega una importante variedad geológica. Además, con un pequeño recorrido circular por la zona es posible descubrir otras calas como la de Portaló, Culip o Cala d’Agulles.
- Cala Montjoi: cerca de Roses y también en el Cabo de Creus, se trata de otra pequeña cala virgen con una gran riqueza marina. A pesar de estar aislada, cuenta con un bar, tumbonas e incluso un centro de buceo. Para conocer otras calas de la Costa Brava, échale un vistazo las de nuestro blog.
- Parque Natural Cap de Creus: marca el punto más oriental de la península Ibérica. Se trata de una zona de gran valor geológico y que llega a alcanzar los 672 metros de altura. Forma parte de las últimas estribaciones de los Pirineos orientales y entre sus acantilados esconde calas de una importante belleza. Existen varias rutas senderistas.
- Parque Natural de las Marismas del Ampurdán: es un importante ecosistema ubicado en la comarca del Alto Ampurdán. Con una superficie de casi 5.000 hectáreas, en él habitan una gran variedad de especies tanto animales como vegetales; así como lagunas salobres y dulces, aspres, cerrados o áreas de cultivo.
- Islas Medas: a pocos metros de L’Estartit, se trata de un pequeño archipiélago formado 7 islas y algunos islotes. La Meda Grande es la mayor de ellas y todas se encuentran protegidas como ZEPIM, al gozar de una de las reservas marítimas más importantes del Mediterráneo.
- Reserva Marina de Ses Negres: con una extensión de casi 2.000 metros, va desde Cala de Aiguafreda hasta la de Sa Riera. Protegida desde 1993, está prohibida cualquier actividad que pueda deteriorar su fondo marino; por lo que su valor ecológico es muy elevado. En algunas zonas supera los 20 metros de profundidad.
- Jardín Botánico Marimurtra: situado en un terreno escarpado de montaña, ofrece unas vistas espectaculares del Mediterráneo. Por ello y por los ecosistemas que combina, es considerado el mejor jardín botánico mediterráneo de Europa. Está en Blanes.
- Jardines de Santa Clotilde: también presidiendo un acantilado, ofrece una vistas impresionantes al mar. En Lloret de Mar, tiene una clara influencia italiana. Combina una importante variedad vegetal, entre la que destaca la yedra; con esculturas que van desde sirenas hasta ninfas o hadas.
- Ruines d'Empúries: son los restos de una antigua ciudad griega y romana fundada el 575 a.C. Están ubicadas en el Alto Ampurdán, junto al Golfo de Roses, en una llanura comprendida entre los ríos Ter y Fluviá. Tres núcleos diferenciados la forman: la Palaiápolis, Neápolis y la Ciudad romana.
- Ciudad Íbera de Ullastret: este importante yacimiento arqueológico se encuentra en el Monte de Sant Andreu y representa el mayor núcleo urbano de origen íbera en territorio catalán. Fue fundada en el siglo VI a.C., aunque en la zona también se han hallado restos previos a ella. Cuenta con el Museo de Arqueología de Cataluña.
- Poblado Ibérico Puig de Castellet: asentado cerca de Lloret de Mar, fue ocupado durante el siglo III a.C. Con su ubicación en lo alto del Puig de Castellet pretendía desenvolver un papel de defensa y control sobre su territorio colindante.
- Parque histórico del Castillo de Perelada: reformado en 1875 por los condes Rocabertí, el castillo militar pasó a ser un château a la francesa y decidieron rodear el nuevo edificio de un variado y extenso jardín. Hasta 158 variedades de árboles y plantas habitan sus 63 zonas de vegetación colindantes.
- Casa Museo Salvador Dalí: en Cadaqués, se trata de una pequeña casa de pescadores en la que vivió el propio Dalí durante más de 50 años. En la actualidad, está ocupada por una museo en el que se expone la vida del artista. Es Bien de Interés Cultural y Patrimonio histórico de España.
- Castell de Montgrí: construido en la cima del macizo homónimo en 1304, se trata de una gran fortificación de planta cuadrada con cuatro grandes torres cilíndricas en cada uno de sus ángulos. Es Bien de Interés Cultural y Patrimonio histórico de España.
- Castell de Tossa de Mar: situado en la Vila Vella, es el único recinto amurallado que existe en la costa catalana. El castillo que lo preside forma parte de una de las imágenes más extendidas de la Costa Brava, al fondo de la playa de Tossa de Mar. Es Bien de Interés Cultural y Patrimonio histórico de España.
- Monasterio de Sant Pere de Rodes: rodeado por las ruinas del castillo de San Salvador de Verdera y las del poblado de Santa Cruz de Roda, este importante edificio religioso fue construido en el año 1022 y es Bien de Interés Cultural. Desde él, en la montaña de Verdera, se obtienen unas excelentes vistas.
Platos tradicionales y dónde probarlos
Entre las ventajas de visitar un área tan extensa como la de Costa Brava no sólo encontramos una gran variedad cultural y paisajística, sino también gastronómica. El litoral gerundense no es menos y combina lo mejor de unas aguas tan óptimas para la pesca como las del mar Mediterráneo con una tierra que combina llanuras y montañas para posibilitar el cultivo de hortalizas y la crianza de ganado. Buen ejemplo de ello es uno de los platos más característicos de la Costa Brava: el Mar y Montaña, popularizado por el prestigioso cocinero Ferrán Adrià y que combina la langosta con el pollo. Una combinación muy peculiar, pero que sin duda debes probar. A su lado, preparaciones como el suquet de rape y gamba roja o el bogavante con almejas resultan mucho menos sorprendentes, aunque son igualmente típicos. Al igual que ellos, uno de los ingredientes más característicos de la Costa Brava es la anchoa de L’Escala, hasta tal punto de ser Denominación de Origen. Otro producto muy extendido en la zona es el arroz de Pals, combinado habitualmente con pescados y mariscos para dar lugar a deliciosas paellas. Un buen acompañamiento para este tipo de comidas es precisamente otro Denominación de Origen, el vino Empordà-Costa Brava. Para acabar, no es menor su variedad en la repostería. Empezando por los típicos xuxos, extendidos por toda la provincia; hasta la butifarra dulce con manzana, en un contraste nuevamente llamativo. Aunque no sea una postre propiamente dicho, no puede faltar un vasito de ratafía, un licor de nueces muy popular en la Costa Brava, como guinda final. Para probarlos, toda vez que El Bulli cerró sus puertas en 2011, el Celler de Can Roca tomó su relevo como restaurante de categoría y es una excelente opción. Está en Girona, aunque es necesario reservar con bastante antelación. Otras alternativas más económicas pero igualmente interesantes son el restaurante Can Pope, en Sant Feliu de Guíxols; el restaurant El Pedró, en Pals; o el restaurant Falconera, en Roses.
Comunicaciones en la Costa Brava y cómo recorrerla
Llegar al litoral gerundense es algo realmente sencillo, ya que el acceso a la Costa Brava puede hacerse por varios puntos. Exceptuado la vía marítima, que sin embarcación propia únicamente podrá usarse para ir a Barcelona; el avión y cualquier medio terrestre serán las opciones disponibles. Por aire, existen dos aeropuertos próximos: el Aeropuerto de Barcelona-El Prat y el propio Aeropuerto de Girona-Costa Brava. Incluso el Aeropuerto de Perpignan podría resultar una opción interesante si prefieres empezar por la zona norte. Si decides hacer una primera aproximación por la capital catalana, podrás llegar fácilmente a localidades como Blanes con el tren de cercanías R1 u otras más de interior como Girona, Figueres con la RG1 o incluso Portbou, al final de la Costa Brava, con la R11. Finalmente, desde una de ellas, independientemente del método que hayas usado, existen una importante red de buses que te llevará a tu destino final directamente. Ahora bien, si dispones de vehículo propio, podrás hacerlo por carretera sin ningún problema, ya que la AP-7, autopista del Mediterráneo, conecta toda la costa este peninsular desde la frontera con Francia hasta Algeciras, lo que incluye Barcelona y Girona. En caso de viajar desde una zona más céntrica, Zaragoza será un excelente punto intermedio: ya sea por la AP-68 que la conecta con la costa cantábrica; o bien la A2 que la une con el centro peninsular. Una vez llegado a la Costa Brava y a tu destino en particular, contarás con una amplísima conexión de buses a lo largo del litoral gerundense y gestionada principalmente por la empresa SARFA. Podrás hacer cualquier ruta que te venga en mente, ya que conecta localidades como Blanes, Llafranc, El Port de la Selva, Sant Antoni de Calonge y las otras principales de la Costa Brava.