Los pueblos de Valencia, valencianos en realidad, son casi tan desconocidos como bonitos y están repletos de lugares con encanto. Aunque la realidad es que la Comunidad Valenciana en su conjunto es muy conocida por su larga costa, pero no tanto por su belleza interior. Sin embargo, en muchos de sus increíbles parajes interiores la ausencia de playa pasa desapercibida a todos los niveles. Son muchos los pueblos con encanto en la Comunidad Valenciana y, aunque sabemos que eso es algo subjetivo de cada uno, la evidencia de que algunos lo son es clara. Cada provincia valenciana tiene los suyos, con lo cual tendremos tres categorías lógicas: pueblos de Valencia, pueblos de Alicante y pueblos de Castellón.
Pueblos de Valencia
La provincia de Valencia es la principal de la propia comunidad, con la capital autonómica en sus dominios. La ciudad y sus capitales más relevantes las conocemos todos, vamos a profundizar en el interior de su territorio y a conocer sus pueblos más escondidos. La naturaleza valenciana está al nivel de sus playas, encuentra tu casa rural en Valencia con Hundredrooms y descubre todos sus rincones.
Bocairent, el pueblo de las cuevas
Casi en Alicante está Bocairent, un pequeño pueblo valenciano habitado por pocos más de cuatro mil personas y asentado a los pies del Parque Natural de la Serra de Mariola. El sinuoso terreno montañoso de la zona es uno de sus principales activos, pues la población tuvo que adaptarse a él. ¿El resultado? Una forma espectacular tanto desde fuera como desde dentro.
La iglesia de la Virgen de la Asunción preside Bocairent desde su punto más alto, siempre protegida por el precioso casco antiguo. Declarado conjunto histórico-artístico, la huella árabe permanece intacta incluso a día de hoy gracias a un entramado plagado de subidas y bajadas, escaleras, callejones, plazotelas… un conjunto de lo más curioso que hace de este pueblo algo diferente.
Bolbaite, una piscina al aire libre
Un poco más arriba se halla Bolbaite, un lugar que no tiene nada que envidiar a los pueblos de Valencia con playa. Este pueblo de poco más de mil habitantes puede presumir de disponer de una de las piscinas naturales más bonitas de España. Sin duda, uno de los lugares con más encanto de la zona.
Eso sí, la exclusividad de Bolbaite no se limita únicamente a este espectáculo natural -que bien podría ser suficiente, por otro lado- sino también a la población en sí misma. Por ejemplo, su Castillo del Moro, levantado sobre una antigua fortaleza en el siglo XVI y del que solo permanece en pie la mitad de su infraestructura.
Chulilla, el pueblo de escalada
Junto al río Guadalquivir, Chulilla es uno de los pueblos con encanto cerca de Valencia. Menos de mil personas pueden disfrutar a diario de este particular paraje protegido por ambos lados. Por la parte del poblado, una extensa muralla con sus torreones y comandada por su castillo de origen árabe en lo más alto. Por el otro, un enorme y escarpado cañon por cuyo valle transita el cauce del río.
La naturaleza del enclave es ideal para la práctica de deportes de montaña, en especial la escalada y el senderismo. De hecho, la ruta de los puentes colgantes es muy conocida por transcurrir por varios puentes que cruzan el cañon de un lado al otro por encima del Guadalquivir. Claramente un sitio para visitar en Valencia.
Pueblos de Alicante
Más al sur y en una situación similar se halla la provincia alicantina. Elche y Benidorm son suficientemente conocidos, continuemos con las sorpresas de la cara interna valenciana. Acércate a ellos de la mano de alguna de nuestras encantadoras casas rurales en Alicante.
Biar, comandado por su castillo
Biar es uno de los principales pueblos con encanto de Alicante. La población del lugar no llega a los cuatro mil habitantes y está rodeado de elevaciones montañosas que dan cobijo a la tierra biarense.
Precisamente en una de ellas yace su símbolo: el Castillo de Biar. Una construcción tan despampanante que es reconocida como Bien de Interés Cultural, siendo además su exuberancia divisada kilómetros antes de llegar al poblado.
Guadalest, también con su castell
Guadalest, en el valle con su mismo nombre, tampoco tiene nada que envidiar a los pueblos costeros de Valencia y su comunidad. Con tan solo dos cientos guadalestinos en su haber, este maravilloso paraje se encuentra cercado por las montañas de hasta tres sierras distintas. El embalse de Guadalest le da ese toque refrescante y veraniego que tanto se agradece en pleno monte.
La villa en su conjunto está declarada como Bien de Interés Cultural. Ahora bien, si algo destaca en ella, eso es sin margen de duda es el Castillo de Guadalest en el punto más alto del municipio. Data del siglo XI y es de origen musulmán. La guinda perfecta a un rincón tan increíble como este, un must que ver en Alicante.
Tabarca, un pueblo-isla
Todavía queda un último lugar que visitar en Alicante. Obligatoriamente. No está lejos, pero es necesario subirse a un barco para acceder a él. Hablamos de la isla de Tabarca. Un islote que también es pueblo. Muy personal, eso sí. Menos de cien personas habitan esta roca del mar Mediterráneo.
>
Está íntegramente rodeada por una antigua muralla de piedra que ha pasado por diferentes procesos reconstructivos para preservar su estado. La Puerta de San Rafael es la principal entrada a la isla, pues por ella se accede desde el puerto. La Puerta de San Gabrial y la Puerta de San Miguel son sus otras dos bocas de entrada. Tanto valor concentrado en tan poco espacio solo podía provocar que la totalidad de la isla fuese reconocida como Conjunto Histórico-Artístico en 1964.
Pueblos de Castellón
La provincia de Castellón es la entrada a la Comunidad Valenciana desde el norte. Seguramente ya hayas oído hablar de Peñíscola o Benicàssim, por no hablar de la propia capital. Todos ellos lejos de la costa, en un escenario perfecto para disfrutar desde una casa rural en Castellón. Quedan cuatro por descubrir, ¿crees que vas a conocer alguno?
Ares del Maestrat, la muela castellonense
Ares del Maestrat es un particular pueblo de Castellón. No son más de tres cientos los habitantes arenses que puedan sacar pecho ante la singularidad de su población natal. En la parte final de las elevaciones del sistema Ibérico, su principal distintivo es el color claro de sus casas. Salta a la vista.
En realidad, igual es otra cosa. Las pintorescas muelas montañosas que rodean el territorio de Ares le otorgan una imagen casi inimitable a la ciudad. Hasta tal punto que una de ellas comanda la población, con los restos de un antiguo castillo templario de evidencias árabes e íberas en sus restos. También declarado Conjunto Histórico, en un entorno natural de incuestionable belleza y valor, más con las pinturas rupestres que alberga en su barranco de Gasulla.
Chodos, al borde del precipicio
Dentro del Parque Natural de Peñagolosa un nuevo pueblo increíble se abre paso. Su nombre es Chodos y cuenta con tan solo una centena de habitantes. Que es uno de los pueblos con más encanto de la Comunidad Valenciana es indudable, la imagen que ofrece desde fuera es ya más que suficiente para catalogarlo así. Una escena que parece retocada -y no poco- con Photoshop, pero que es bien real. Chodos al borde del abismo.
Dentro también con su atractivo, especialmente gracias al castillo y a las murallas de Chodos, en su casco antiguo. Como no podía ser de otra manera, está reconocido como Bien de Interés Cultural y destaca de él su estratégica localización en lo más alto de un precipicio de 70 metros. Justo sobre la cuenca del río Alcalatén, desde donde contemplaba -y sigue haciendo- las tierras de su valle.
Montanejos, lugar de balnearios naturales
Pegado a la frontera con Aragón se encuentra otro de los encantadores pueblos de Castellón. Montanejos apenas supera el medio millar de personas, aunque eso no es problema cuando dispones del patrimonio especialmente natural del que dispone esta localidad castellonense.
El río Mijares transcurre por su lado, formando varias bolsas de agua a su paso, con el embalse del Arenós como máxima representación de ellos y bajo el cual se halla el antiguo municipio de Campos de Arenoso. No tiene mar, es cierto; pero, ¿por qué tenerlo pudiendo estar rodeado de piscinas naturales? Esa es la situación de Montanejos. No solo reconocidas por su belleza, sino también por la calidad de sus aguas. Los 25º de temperatura suponen su tope por lo bajo, con lo cual es un balneario en plena naturaleza.
Morella, el castillo de Castellón
Morella se alza en el extremo norte de la Comunidad Valenciana, de la que es uno de sus pueblos de referencia. Tampoco excesivamente poblado -poco más de dos mil quinientos habitantes- pero con una magia a la altura de muy pocos. De hecho, desde 2013 forma parte de la red de los pueblos más bonitos de España.
La Edad Media sigue viva en tierras morallenas. De hecho, el imponente castillo ubicado en lo más alto de su cerro y custodiado por una robusta muralla siempre ha estado vinculado a la historia de El Cid Campeador. Según la leyenda fue uno de los escenarios donde El Cid dejó su sello para la historia. Todavía no es posible viajar al pasado, pero sí podemos revivirlo en lugares tan emblemáticos como este.
Si uno de estos pueblos de la Comunidad Valenciana o en cualquier otro que quieras descubrir, en Hundredrooms podrás encontrar el alojamiento al mejor precio. Dónde dormir ya no volverá a ser un problema para descubrir todos los pueblos con encanto de España. ¿Por qué no empezar con los valencianos?
