Bratislava es la capital de Eslovaquia y se trata de una ciudad de Europa con una localización privilegiada. Situada en el corazón de Europa, esta ciudad se encuentra a un paso de otros tres países: Chequia, Austria y Hungría. Quizá por estar rodeada de otras tres capitales tan bien asentadas en Europa como son Praga, Viena y Budapest, Bratislava ha quedado deslucida Como destino turístico. Sin embargo, se trata de un lugar encantador que sorprenderá a aquel que la visite.

Bratislava, un cruce de caminos
Situada a la orilla del Danubio, Bratislava es una ciudad que renació tras la caída del Telón de Acero y Eslovaquia se separó de manera pacífica de la República Checa. Es, por tanto, una de las capitales más jóvenes de Europa, con solo un cuarto de siglo a sus espaldas.
Sin embargo, esta ciudad ha jugado un importante papel en la historia europea. Antiguamente conocida como Presburgo, fue rebautizada como Bratislava después de la Primera Guerra Mundial. Fue la capital del reino de Hungría durante 250 años y se trata de una capital llena de cultura. Sin lugar a duda, una de las ciudades que visitar en Europa.
Qué ver en Bratislava
Ciudad Vieja
El núcleo de la historia de Bratislava se encuentra en la ciudad vieja o Stare Mesto. La plaza de la ciudad, que fue construida en 1572, es el corazón de la ciudad. En ella destaca la Fuente de Maximiliano, erigida en honor al primer emperador coronado en la ciudad. En los extremos de la plaza podemos encontrar dos edificios de estilo modernista, que albergan las cafeterías más icónicas de Bratislava.
Alrededor de la ciudad vieja podemos encontrar el antiguo Ayuntamiento y los edificios más antiguos de la ciudad. Si callejeamos por el centro descubriremos la cantidad de palacios barrocos que se están repartidos por sus calles.

Catedral de San Martín
La Catedral gótica de San Martín se encuentra bajo el castillo de Bratislava y junto a los pocos restos que quedan de la antigua muralla que rodeaba la ciudad. Fue construida en el S.XV y su torre se alza hasta los 85 metros. Aquí era donde se celebraban las coronaciones del Reino de Hungría.

Palacio Primacial
Otro de los lugares más interesantes de la ciudad. Fue en sus orígenes la residencia del arzobispo József Battyánay y es hoy la oficina del alcalde de la ciudad. Su atractivo principal es la Sala de los Espejos, donde se reúne el pleno.
Castillo de Bratislava
El castillo de Bratislava corona la ciudad y es uno de los símbolos más representativos de la capital de Eslovaquia. Se trata de una fortaleza cuadrada de color blanco situado en la cima de una colina. Desde allí se pueden contemplar unas inmejorables vistas al Danubio y en su interior se encuentra el Museo Nacional Eslovaco, la Cámara del Tesoro y el Consejo Nacional de la República Eslovaca.

Iglesia Azul
Aunque se encuentra algo lejos del casco histórico, esta iglesia es una de las más representativas del Art Nouveau de Hungría. Con sus bonitos colores blancos y celestes la Iglesia de Santa Isabel compone una bonita estampa que no te puedes perder.
Las esculturas de Bratislava
Mientras paseamos por las calles de esta capital europea nos sorprenderá la presencia de sus célebres esculturas callejeras. Ir en su busca puede ser un divertido juego. Un soldado napoleónico, un simpático señor que se quita el sombrero, un soldado en su garita y este trabajador (cumil) que asoma de una alcantarilla, son algunas de las que encontrarás.
Bratislava, un cruce de caminos en el que detenerse
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