Algunos dicen que cuando tienes hijos la vida se termina, pero ser madre no tiene por qué significar privarse de un viaje lleno de aventuras, y sino que se lo pregunten a Morgan Brechler, una joven que lleva cuatro años viajando por EEUU con su hija Hadlie desde que la pequeña tenía dos meses.
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Su objetivo es inspirar y motivar a otras familias para que las nuevas generaciones tengan una mayor conexión con la naturaleza, algo que tanto ella como su pareja Jared consideran básico para los niños. Por eso, todos los días después del trabajo salen a pasear por la montaña, van a escalar, o a navegar en kayak. Cualquier plan al aire libre es una buena idea, y los fines de semana aprovechan para hacer escapadas más largas. Juntos han recorrido el Gran Cañón en Arizona, el Parque Nacional Joshua Tree en California, y la costa Oeste en su Volkswagen antigua, además de viajar a México y a Hawái.
A diferencia de muchos de los niños de hoy en día que juegan con tablets y teléfonos móviles, Hadlie vive al margen de la tecnología. El propósito de Morgan es que su hija valore la belleza de las cosas simples de la vida y sobre todo, la naturaleza. Dice que le parece mucho más fácil hacer un plan con niños al aire libre que en un centro comercial, donde todo es mucho más mecánico y superficial. Para Morgan y Jared, hacer excursiones con su hija hace que todo se vuelva mucho más especial, y estar juntos en la naturaleza les aporta una riqueza tan grande que continuarán con esta dinámica por mucho tiempo. De hecho, Morgan ha creado un proyecto junto a otras madres que tienen la misma visión que ella, y juntas también realizan alguna que otra escapada. Todas tienen en común haber vivido una infancia en contacto con la naturaleza, saliendo a pescar, trepando árboles, y corriendo descalzas por la playa. Morgan y Jared creen que las experiencias que le ofrecen a su hija darán muy buenos resultados en un futuro, ya que la harán más positiva, apasionada, despreocupada y concienciada con el medio ambiente. También es cierto, que aunque ellos pueden permitirse hacer este tipo de escapadas muy a menudo, considera que cualquiera puede llevar a sus hijos de excursión, a un parque donde puedan jugar, ir a volar una cometa, o a montar en bicicleta. Creen que la clave es estar el menor tiempo posible en casa frente al televisor.
Gracias a todas estas aventuras han podido crear un vínculo muy fuerte. La pequeña disfruta descubriendo nuevos lugares sentada en mochila que lleva su madre a las espaldas, y seguro que de mayor agradecerá estos bonitos viajes.
Si después de este post te ha apetecido hacer un plan aventurero con tus hijos, este fin de semana puede ser el momento perfecto para ir a disfrutar de la naturaleza con los pequeños de la casa, ¿no te parece?
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