Algo está cambiando en el ambiente y no son las estaciones, ni la brisa marina, ni la dirección de los pájaros migratorios… Sólo hace falta tener los ojos medio entreabiertos para darse cuenta de que los valores del pasado se están quedando en eso, pasado. Pero ni se destruyen ni se crean nuevos, simplemente se transforman y se adaptan a los nuevos tiempos. Unos tiempos que muestran un ferviente cambio en el pensamiento y que vaticinan un futuro mucho más interesante que el que hasta ahora conocíamos.
Las nuevas generaciones ya no quieren ser princesas ni futbolistas, quieren ser Indiana Jones en potencia.
¿Quieres saber si tú también eres un viajero empedernido?
Lee las frases y ¡comprueba con cuántas te identificas!
Invierto en viajes, no en bolsa
Son grandes inversores, por no decir Brokers en potencia. Cada vez que consiguen ahorrar dinero lo mueven de manera audaz, estudiando cada movimiento y pensando inteligentemente el siguiente paso, con el fin de conseguir el viaje más completo posible al menor coste. Y la mayoría de veces lo consiguen.
Tengo 2 Mercedes, mi madre y mi abuela
El lujo ya no es tener un coche con nombre de mujer, animal o cosa, es tener una caravana con el motor tan potente que no te deje tirado en medio del desierto de Zagora. O tener unas piernas que a lomos de una bicicleta te permita cruzar países sin tener ni un momento de flaqueza o arrepentimiento.
Mi casa cabe en una mochila
Los abuelos y los padres tenían la fórmula del éxito= casamiento + hipoteca + coche + hijos. Mantener esto hoy en día es como seguir afirmando que la tierra es plana o que cortarse el pelo en luna llena implica que crezca más sano. El éxito es tan personal y subjetivo que no nos atrevemos a escribir la fórmula. Que cada uno encuentre la suya, sin miedo.
Colecciono momentos, no cosas
Las nuevas generaciones ya no quieren trabajar para acumular bienes materiales, sino experiencias. La base de una vida feliz está en sentirte realizado, ya no sólo en el trabajo, que pasa a un segundo plano como mero medio para conseguir el objetivo final “vivir”.
Cuento historias, no dinero
Llenar las hojas del pasaporte se convierte en un motor mucho más potente que el de llenar las hojas de la libreta bancaria. Contar una pequeña anécdota acaba desencadenando una apasionante historia llena de entresijos y detalles tan matizados que se pegan a tu cerebro como un imán.
Solución:
Me identifico con 0: lo tuyo sigue siendo la oficina y contar el dinero. ¡Enhorabuena! Serás el rico del cementerio. ?
Me identifico con 1: te da miedo que el aire te despeine. Si viajas mejor a un resort con todo bajo control.
Me identifico con 2: eres de los que piensa “un viaje al año no hace daño” y en algún momento de entusiasmo hasta 2.
Me identifico con 3: el gusanillo de viajar te pica, y cada vez más. Lo tuyo es cuestión de tiempo.
Me identifico con 4: eres un viajero voraz de aventuras y ganas de exprimir el tiempo. Qué te vamos a contar, ¡ya lo sabes tú mejor que nadie!
Me identifico con las 5: llevas tiempo sin ponerte zapatos ni pisar una oficina. Eres nómada por naturaleza y el preciado ¡viajero empedernido!