Alojamientos rurales en Bayona

Compara con nuestro metabuscador de casas rurales en Bayona para acertar con esa que tiene todo lo que quieres. Estar en contacto con un alojamiento rural perdido en la naturaleza es la mejor manera de empezar unas vacaciones. Y si el tiempo es magnífico y la casa rústica que más te ha atraído dispone de barbacoa, no dudéis en hacer una bonita tarde de picnic, por ejemplo. La gran ventaja de las casas de alquiler vacacional es que te conceden el sueño de viajar con tanta gente como quieras: recupera el romanticismo en casas rurales en Bayona para dos personas, lugares tradicionales que te harán abandonar los hoteles rurales y cabañas de alquiler íntegro con tantas habitaciones que todos descansaréis como nunca. El paisaje natural de Pontevedra te va a capturar, al igual que te cautivarán sus localidades, sus atractivos turísticos, monumentos y museos. ¿Quieres que busquemos ya casas rurales con encanto para tu escapada soñada?

Galicia es territorio de lluvias, eso es inevitable. Pero el tiempo en Baiona en verano, sin embargo, está suavizado por la presencia del mar y cuenta con unas temperaturas cálidas perfectas para un baño en la playa. Eso sí, si vas en invierno cuenta con que seguramente llueva, ¡mete el paraguas! Disfruta de los muchos atractivos turísticos que visitar en Baiona, las mejores playas y parajes naturales de la costa gallega. Puedes empezar tu recorrido paseando por el casco antiguo, que con sus callejuelas empedradas es uno de los lugares con más encanto de la ciudad. El punto de interés más curioso de Baiona es el Museo de la Carabela Pinta. ¿Sabías que Baiona fue el primer lugar de Europa en tener noticias sobre el descubrimiento de América? El 1 de marzo de 1943 la carabela La Pinta llegó al puerto de Baiona. Esta carabela era una de las tres que formaban parte del primer viaje de Cristóbal Colón a América. Desde entonces cada 1 de marzo se conmemora este acto en la conocida Fiesta de la Arribada, considerada de Interés Turístico Nacional. En el museo puedes conocer de primera mano una réplica de la embarcación, con toda la caracterización histórica. La Virgen de la Roca es el monumento más conocido del municipio. Tiene 15 metros de altura y representa a la Virgen sosteniendo en su mano derecha a una barca-mirador. Se puede acceder por una escalera interior de caracol. El casco antiguo de Baiona merece una visita: pasea por sus calles descubriendo los antiguos edificios, palacios y capillas de otras épocas. Otra de las cosas que ver en Baiona imprescindibles es la Fortaleza de Monterreal. Cuenta con una muralla que en el pasado servía para protegerse de los ataques al núcleo del pueblo. Hoy se encuentra en su interior el Parador de Baiona, que también puedes visitar durante tu viaje. El paseo marítimo, uno de los más atractivos de todas las villas de la provincia gallega. Es ideal para conocer mejor el pueblo recorriendo la costa y visitando las terrazas y tiendas junto al mar. ¡Disfruta de las vistas de la bahía!

Baiona es una ciudad costera de Pontevedra, y como tal tiene playas en las que pasar buenos momentos de relax en tu viaje.  La mejor playa de Baiona es la playa de Concheira, es muy pequeña pero con mucho encanto. Pero cuenta con hasta 6 playas, todas ellas se encuentran integradas en el núcleo urbano. La principal es la playa de Laderira, la más larga del municipio.Si eres más de naturaleza pura, te recomendamos que hagas una excursión al Monte de A Groba, que está a unos 11 kilómetros del pueblo. Los parajes naturales de estas tierras gallegas son espectaculares, además puedes seguir la ruta por un camino empedrado y ver a los caballos salvajes. El paseo de Monte Boi es otra de las mejores rutas que puedes hacer por la zona. Empiezas en la playa de Concheira y terminas en la Torre del Reloj, ¡anímate a hacerla! Y para reponer fuerzas, nada mejor que probar la deliciosa gastronomía gallega. Tienes muchísimos restaurantes donde comer en Baiona los platos más típicos. Uno de los más populares entre los locales es el Rocamar. Empieza por un buen entrante como podría ser un pulpo a feira o una empanada gallega. Sigue con un bacalao con coliflor o unas almejas a la marinera. Todo acompañado de un buen vino. Y para terminar y endulzarnos el paladar, prueba sus dulces típicos: la bica de nata, los melindres de yema o las filloas rellenas.