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Dónde dormir en Oporto: la capital del Norte de Portugal

Encontrar el lugar idóneo dónde dormir en Oporto es un aspecto clave en la preparación previa de las vacaciones, ya que se trata de una elección que tendrá un peso muy importante durante tus días en la capital del Norte portuguesa. Esta importante ciudad del país vecino cuenta con un extensa variedad de apartamentos vacacionales donde alojarse, por lo que podrás hospedarte en cualquiera de los famosos barrios portuenses de manera económica. Ahora bien, ¿cuál elegir? A continuación te vamos a ofrecer un resumen de las mejores zonas dónde dormir en Oporto.

- La Baixa, íntegramente Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO

Alojarse en La Baixa es, sin duda, la mejor opción para tu estancia en la ciudad portuense. Los apartamentos en el centro de Oporto te permitirán vivir en uno de los cascos históricos europeos más reconocidos como si fueses un portuense más, sin necesidad de transporte y con los mejores puntos de interés a unos pocos metros de distancia. Al ser la más buscada es también la que cuenta con una mayor oferta de alojamiento, de modo que uno puede alojarse en Oporto centro a muy buen precio, especialmente si lo haces con la suficiente antelación. Más allá de la comodidad y el ahorro en transporte, el centro histórico de la ciudad es un monumento en sí mismo, reconocido por la propia UNESCO como Patrimonio de la Humanidad. Entre otros puntos de interés, la Torre dos Clérigos es el símbolo tanto del barrio como posiblemente de la ciudad y está acompañada por otros lugares como la Livraria Lello, la Estación de São Bento o el Monumento a Garrett. Dentro del conjunto del barrio, las zonas más recomendables para dormir son las cercanas a la Plaza de la Libertad, a la Plaza Batalha y a la Plaza República.

- Alojarse en la Ribeira, la mejor opción para dormir con vistas al río Duero

Prácticamente al mismo nivel que la anterior, esta será la alternativa óptima para quienes necesiten dormir en Oporto con la refrescante brisa marina del Atlántico. A orillas del río Duero, como su propio nombre indica, se trata de una zona muy turística, sobradamente conocida por todo viajero. Un barrio que tiene su comienzo en la Rua das Fontinha, a la altura del Ponte do Infante, y se extiende hasta más allá del Ponte Luis I bordeando el río. La Avenida Gustavo Eiffel une a ambos puentes mediante un trayecto repleto de restaurantes donde deberás pararte al menos una vez durante tu estancia en la capital del Norte. Siempre rodeado por los típicos edificios de colores que inundan las postales de Oporto… eso sí, si quieres sacar la tuya, tendrás que cruzar al otro lado del Duero, desde donde se obtiene una panorámica impecable de la ciudad. De este barrio no puedes perderte la Casa do Infante, la Muralha Fernandinha, el Paço Episcopal do Porto ni la espectacular Sé portuense.

- Alojarse en el barrio de Boavista para conocer el Oporto más moderno

Considerado como el nuevo centro neurálgico de la ciudad, el barrio de Boavista es una zona en auge. Ya no sólo por la poca distancia que lo separa del casco antiguo; sino por su aspecto moderno y refinado, expresamente diseñado para ser la alternativa a la parte más histórica de la ciudad. Una imagen liderada, sin duda, por la modernista Casa da Música, principal símbolo del lugar. Justo enfrente de ella, la Rotunda da Boavista marca el corazón del barrio, rodeada de tiendas y de grandes almacenes que convierten esta en una de las zonas comerciales más importantes de todo Oporto. Otro lugar que debes señalar en tu lista es el Mercado Bom Sucesso, un lugar de encuentro muy popular en el que podrás conocer de primera mano lo mejor de la gastronomía portuguesa.

- Vila Nova de Gaia, donde encontrar el vino portuense más tradicional

Vila Nova de Gaia es el lugar ideal para alojarse en Oporto por dos cosas muy concretas: para degustar los vinos más conocidos de esta ciudad y para obtener la mejor perspectiva del barrio de la Ribiera. Aunque a nivel administrativo en realidad se trata de una población independiente, por su cercanía al núcleo portuense es una opción muy popular entre aquellos que prefieren alejarse un poco del foco de actividad a la hora de descansar. Aún así, sí forma parte del Distrito de Oporto, por lo que su vínculo con la gran ciudad es realmente fuerte. Como decimos, se encuentra al otro lado del río Duero y conserva la bodegas con más reputación de Oporto; de modo que si te gusta el buen vino, no puedes dejar, como mínimo, de visitar Vila Nova de Gaia.

- Foz do Douro, la exclusividad a las afueras de Oporto

Ubicada en el extremo más occidental de la ciudad, Foz de Douro es la zona más distinguida de la ciudad. En ella terminan el río Duero y la superficie portuguesa, dejando paso ambos a las aguas del océano Atlántico. En este barrio encontrarás espacios verdes tan increíbles como el Jardim de Passeio Alegre o el Parque da Cidade do Porto; edificaciones militares como el Forte de São Francisco Xavier o la Fortaleza de São João da Foz; e incluso playas como Praia das Pastoras o Praia do Carneiro. Igual que la anterior, es una alternativa especialmente a tener en cuenta si se quiere desconectar del bullicio urbano en un ambiente más alejado y aislado.

La Torre de Clérigos y otros lugares destacados

  • Puente Don Luis I: construido la década de 1880 y diseñado por el ingeniero belga Théophile Seyrig, cuyo proyecto fue aceptado tras descartar una propuesta de Gustave Eiffel, se trata de uno de los símbolos de Oporto. Con casi 400 metros de longitud, conecta el barrio de la Ribeira con Vila Nova de Gaia.
  • Puente de la Arrábida: cerca del anterior une la propia Vila Nova de Gaia con el barrio portuense de Arrábida por encima del cauce del río Duero. Es ligeramente más corto que su vecino, quedando este en 270 metros; y también más reciente, pues data de 1963, cuando fue levantado para dar apoyo al anterior y al puente de María Pía.
  • Río Duero: con casi 900 kilómetros de longitud que se inician en el pico Urbión y terminan en Oporto es uno de los ríos más importantes de la península ibérica. El último tramo del río es navegable dada su poca pendiente, ofreciendo desde su cauce unas vistas muy recomendables de la parte antigua de Oporto.
  • Torre de los Clérigos: es uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad junto con el Puente de Luis I. Con 75 metros construidos en granito, es Monumento Nacional desde 1910 y Patrimonio de la Humanidad junto con la parte antigua de la ciudad. La entrada es gratuita y mantiene sus puertas incluso de noche.
  • : es uno de los monumentos más antiguos y respetados de Oporto, ya que fue construido entre los siglos XII y XIII. Mezcla varios estilos como el románico, el gótico y el barroco; siendo, como la anterior, parte del conjunto monumental declarado Patrimonio de la Humanidad. Una visita obligada.
  • Estación Porto-São Bento: los paneles de azulejos que decoran sus paredes son el elemento más plausible de esta simbólica estación de ferrocarril portuense. En total más de 20 piezas del pintor Jorge Colaçao que representan acontecimientos históricos como la batalla de Valdevez o la conquista de Ceuta, entre otros. Es considerada una de las más bellas de Europa y del mundo.
  • Palacio de la Bolsa: obra del arquitecto Joaquim da Costa Lima, fue construido en la década de 1840 junto a la Iglesia de San Francisco. La Sala Arábiga es uno de sus puntos más destacables, al estar inspirada en la famosa Alhambra de Granada. En la actualidad es la sede de la Cámara de Comercio e Industria de Oporto, así como Monumento Nacional.
  • Librería Lello: es uno de los edificios neogóticos más representativos de la ciudad portuense. Fue diseñado por Xavier Esteves a principios del siglo XX y, en la actualidad, es considerada una de las librerías más bellas del mundo. Puedes encontrarla en la Rua das Carmelitas y es un imprescindible qué ver en Oporto.
  • Museo Nacional Soares dos Reis: es el más antiguo de Portugal y su colección abarca los siglos XIX y XX del arte portugués. Un conjunto de más de 13.000 piezas, entre las que destacan 3.000 pinturas y que incluye también una gran muestra de esculturas, grabados y artes decorativas.
  • Museo de Arte Contemporáneo de Serralves: dedicado al arte moderno, es uno de los máximos exponentes del país en su género. Fue inaugurado en el Parque de Serralves, en 1996, y en la actualidad cuenta con un total de 14 galerías repartidas en sus casi 4.500 metros cuadrados de superficie.
  • Museo do Carro Eléctrico: con sede en la antigua Central termo-eléctrica de Massarelos, en él se expone una muestra de máquinas de tranvía que han sido restauradas para su exposición. Su ejemplar más antiguo es también es el más conocido, un tranvía de tracción animal de 1872.
  • Porto Cálem: se trata de una de las principales bodegas de vino artesanal en Oporto. Fue fundada en 1859 y se encuentra en la otra orilla del río Duero, en Vila Nova de Gaia. Las bodegas Ferreira y Sandeman son sus dos grandes alternativas.
  • Casa da Música: diseñada por Rem Koolhaas es el símbolo de la Oporto moderna. En esencia es una sala de conciertos terminada en 2005; sede actual de la Orquestra Nacional do Porto, la Orquestra Barroca y Remix Ensemble. Es especialmente conocida por su exuberante infraestructura. Hay que verla.
  • Casa de Serralves: emplazada en su parque homónimo, fue diseñada por Charles Siclis en la década de los años 30 y, a día de hoy, es considerada como un ejemplar único del corriente Art Déco.
  • Jardines del Palacio de Cristal: desde él se obtiene una impresionante panorámica del río Duero y del océano Atlántico. Está ubicado en la freguesía de Massarelos y su extensión alcanza prácticamente las 10 hectáreas de superficie. El Jardín Emilio David y la Avenida de los Tilos son sus zonas más destacadas.
  • Fortaleza de San Francisco Javier: construida en 1662, durante la convulsa época de la restauración portuguesa; fue levantada con el fin de frenar las incursiones españolas desde el mar. Popularmente es conocido como el Castillo del Queso.
  • Fortaleza de São João da Foz: como la anterior, fue concebida como punto de control de la costa portuense. Tanto es así que está ubicado en Foz do Douro, junto a la desembocadura del Duero. Puede visitarse de manera gratuita.
  • Iglesia de San Francisco: su construcción supuso un importante hito para la consolidación de los Franciscanos en la ciudad de Oporto. Fue construida en el siglo XIV tras varios años de gran apoyo y expectación, con una infraestructura de granito y combinando elementos románicos y góticos.
  • Iglesia de San Ildefonso: la nave, de estilo barroco, fue terminada en 1730; mientras que sus dos campanarios no serían añadidos hasta 1739, resultando en la imagen actual de este importante templo religioso portuense. En su fachada llama la atención la estética otorgada por más de 11.000 azulejos diseñados por Jorge Colaça.
  • Capilla de las Almas: no muy lejos de la anterior, se trata de una capilla levantada en el mismo lugar donde se hallaba una antigua capilla de madera en alabanza a Santa Catalina. En 1929 su fachada fue revestida con 15.947 azulejos de Eduardo Leche, dando lugar a su estética actual.
  • Mercado Bom Sucesso: se trata de un mercado típico de Oporto en el cual es posible comprar desde productos frescos de gran calidad, otros productos ya cocinados según la gastronomía portuense e incluso puntos de aprendizaje mediante talleres de cocina o eventos musicales.
  • Funicular dos Guindais: desde 2004 conecta la Ribiera portuense con la Plaza de la Batalla, ubicada cerca del centro histórico de Oporto. El recorrido dura cerca de 3 minutos, salvando un desnivel de 61 metros y con un coste de 2,50€.