Alojamiento en Santa Marta

Disponer de un apartamento en Santa Marta en Colombia es una de las mejores decisiones que puedas hacer en mucho tiempo. Sierra Nevada y mar Caribe se conjugan en la costa de este Distrito colombiano para dar lugar a un ecosistema en el que grandes hitos históricos tuvieron lugar. Un anticipo: Santa Marta es la segunda ciudad más antigua de Sudamérica. Alquila un apartamento vacacional en Santa Marta y conoce toda sus culturas como un local más. Sí, Santa Marta ocupa un impresionante espacio natural bañado por el agua caribeña y rodeado por el Parque de Tayrona. Un espacio natural en el que se siguen conservando restos arqueológicos de civilizaciones anteriores y una ciudad en cuyo territorio falleció el Libertador latino, Simón Bolívar. Historia y naturaleza van de la mano en Santa Marta, métete de lleno en esta conjunción con el apartamento en Santa Marta ideal por unos días y descubre todos sus secretos.

Si estás deseoso de unas vacaciones difíciles de olvidar, Santa Marta sin ninguna duda va a lograr que sean memorables. Además, encontrar hospedaje no te resultará difícil, ya que en Hundredrooms darás con él de manera muy sencilla y cómoda. La mejor alternativa a los hoteles en Santa Marta de Colombia está aquí. Antes, si necesitas saber algo más sobre la vida nocturna en Santa Marta, te interesará saber que es tan activa o más que la diurna. En plena ciudad la mayor parte de la actividad se registra en la zona centro, donde se encuentra la parte antigua y que está repleta de opciones para pasar la noche. Desde bares hasta casinos y discotecas. Por ejemplo, en el Parque de los Novios, un área recientemente reformada y muy movida tanto de día como de noche. La discoteca Comodoro y el bar La Puerta son dos de los más populares de la zona. Por detrás de La Escollera, una discoteca ubicada en medio de un lago y con capacidad para 1500 personas. ¡Casi nada! Por otro lado, la zona de El Rodadero tampoco para durante la noche. Tanto música en directo como los bares y discotecas del lugar se encargan de ambientar la noche en la orilla más famosa de Santa Marta. Así, las opciones de alojamiento quedarán bastante bien diferencias entre sí. Por una parte, aquellos que quieran disfrutar de la playa más famosa del Distrito y de sus alternativas de ocio, la zona de El Rodadero será la más adecuada. Paralelamente, quienes quieran también disfrutar de los servicios y del ocio más propio de ciudades turísticas, la ciudad de Santa Marta deberá ser la elegida. Siendo especialmente recomendable el centro histórico de la ciudad, tanto por interés cultural como por ambiente. Finalmente, si andáis tras unas vacaciones tranquilas y de relax, el pueblo pesquero de Taganga ofrece un plus de calma por encima de las otras. Bien, ya estás preparado para viajar a la costa colombiana y gozar de unas vacaciones únicas en Santa Marta. Ya solo queda lo más fácil. Sí, fácil. Nuestro comparador pondrá a tu alcance todas las alternativas disponibles en las mejores webs dedicadas al alquiler de apartamentos.

Si ya hay mucho por ver en Santa Marta, qué decir del abanico de cosas por hacer que abre un enclave natural y caribeño a partes iguales. Por la vertiente caribeña, Santa Marta puede presumir de una de las costas más bellas de toda América. De hecho, se dice que la Bahía de Santa Marta es la más bonita de todas cuantas hay en el continente. Así, una de las mejores cosas por hacer durante la estancia samaria será pasear por sus playas, tumbarse al sol y bañarse o bucear en sus aguas turquesas del hermoso mar Caribe. La más simbólica de Santa Marta es la playa de El Rodadero, a 5 kilómetros de la ciudad en la bahía de Gaira. Más cerca aún se encuentra otra de las más famosas, Playa Blanca, aunque a esta solo se puede acceder en barco. Así como tampoco debería faltar un chapuzón en la playa de Taganga, el lugar ideal para sacarse el curso de buceo. Precisamente la población pesquera de Taganga en sí es otro sitio muy a tener en cuenta. Primero, por la posibilidad de certificarse en una escuela de buceo; segundo, por el enclave que ocupa, a los pies del Parque Tayrona y su espléndida y verde vegetación; y, tercero, porque desde ahí se podrá realizar un tour por toda la costa del propio parque. Un espacio natural que será el escenario ideal para el deleite de todo viajero. Una flora y una fauna únicas por la combinación de la pureza de la alta montaña y de las aguas del mar Caribe. A lo largo del Parque Natural y Nacional de Tayrona hermosas playas y calas irán saliendo a nuestro paso. Playa Cañaveral, Playa Arrecifes, La Piscina, Playa Siete Olas… E incluso podremos encontrarnos con zonas arqueológicas como Pueblito de Chairama o el propio Museo Arqueológico de Chairama. Así mismo, al oeste del parque, la Quebrada de Valencia tampoco tiene desperdicio alguno. Este no es más que el lugar en que río y mar se encuentran, dejando las piscinas naturales más espectaculares a su paso. ¡Una manera distinta de bañarse! Tampoco puedes permitirte no salir en busca de la Ciudad Perdida y hacer una parada en Minca, donde se halla una pequeña población perdida entre la verde Sierra Nevada de Santa Marta y sus vistas. Diferente y especial es también la gastronomía samaria, pues esta combina el legado de culturas como la indígena, la africana y la europea. Desde ingredientes tan simples como el pescado o el marisco hasta otras tan propios y distinguidos como el guineo verde o el ñame. Uno de sus platos más característicos y deliciosos es el cayeye, guineos verdes cocinados y sofritos al tomate con cebolla. Otra versión muy similar al mismo es el cabeza de gazo, aunque este hecho a partir de banana verde. Podrás probar su cocina en cualquier punto de la ciudad, pero puedes hacerlo en alguno de sus restaurantes más populares: Restaurante Bar Mamancana, el Restaurante Lamart o el Ouzo Restaurante.

Oficialmente Distrito Cultural, Cultural e Histórico de Santa Marta, la ciudad de Santa Marta es la ciudad más antigua de Colombia y la segunda de todo el continente sudamericano. Ahí no acaba la cosa, pues sus raíces datan del 1525 cuando fue fundada por un español, Rodrigo de Bastidas. Más allá de toda su riqueza natural, que está fuera de toda duda, Santa Marta destaca también por ser el lugar en que falleció una de las personalidades más importantes de la historia latina: Simón Bolívar. Así, uno de sus lugares más relevantes es la Quinta de San Pedro Alejandrino, la hacienda donde su querido Libertador falleció en el año 1830. Esta famosa finca se encuentra en el barrio de Mamatoco y es considerada como un Santuario de la patria. La fama de Santa Marta está más que justificada, ¿no crees? Pues todavía hay más porque fruto de la longevidad de Santa Marta resulta muy comprensible que la primera basílica de América Latina fuese levantada allí y no en otra parte. De este modo, la Catedral Basílica de Santa Marta resalta por encima del resto y se posiciona como otro de los puntos más emblemáticos de la ciudad. Es uno de los monumentos más queridos por los locales, por el recuerdo de sus inicios y también por contener los restos tanto del fundador, Rodrigo de Bastidas, como del Libertador. Una historia similar es la que vivió la Casa de la Aduana de Santa Marta. Como la catedral, esta fue la primera edificación que se levantó en América. En este caso, en cuanto a su modelo de construcción basado ya en la arquitectura. En sus inicios fue la Casa de Gobierno y, en la actualidad, es la sede del Museo del Oro Tayrona. Sin embargo, historia aparte, Santa Marta es uno de los principales destinos de Colombia por su alta riqueza natural, en un claro mano a mano con la patrimonial y patriótica. Por ejemplo, en la Sierra Nevada de Santa Marta, a unos 1000 metros de altura, se halla la Ciudad Perdida. Esta es la base de un antiguo poblado indígena, formado durante el siglo VII y que a día de hoy es un importante yacimiento arqueológico. Todo ello en un contexto sin igual, como es el Parque Nacional Natural de Tayrona. Un imponente espacio verde que engloba las formaciones montañosas del Distrito, junto con su flora y fauna; y que, en su conjunción con el mar Caribe forman un escenario muy vistoso e idílico.