Alojamiento en Sídney

Un apartamento en Sídney, la ciudad más antigua de Australia, es siempre un acierto. Descubre los orígenes colonialistas del país en el barrio de The Rocks. Desde donde podrás observar la majestuosidad del símbolo más conocido del lugar: la Ópera de Sídney. También podrás contemplarlo subido a uno de los típicos ferris de la ciudad australiana, que te llevará a los puntos más espectaculares de esta enorme urbe. ¡Únete a la experiencia! Sídney es playas, es islas, es agua... es naturaleza. La civilización junto a los accidentes naturales más impresionantes que puedas imaginar. Las Montañas Azules al oeste, el océano Pacífico al este y atravesado por el río Parramata. Un clima sensacional con más de 70 playas como guinda a todo lo anterior... Sin duda uno de los escenarios más idílicos donde se haya levantado jamás una ciudad de la importancia de Sídney. ¿Te vas a atrever?

Sídney fue la primera colonia británica en Australia, algo que acabaría haciéndola la ciudad más antigua del país. También es la más grande, aunque no la capital australiana. ¿Lo sabías? Independientemente de ello, Sídney es un destino que merece mucho la pena y que te va a sorprender.

Seguro que también has oído hablar de las playas de Sídney. No es para menos, tiene unas cuantas: ¡más de 70! Tanto la geografía del lugar como el propio clima invitan pasear por su luminosa arena y a bañarse en sus azules aguas. Con todas las que hay no te será difícil encontrar una, aunque te dejamos las más conocidas: Palm Beach, Bondi Beach, Coogee Beach y Manly Beach. También puedes optar por acudir a playas menos conocidas y masificadas, no las desvelaremos para que lo sigan siendo. ¡Ah! Recuerda que Australia es la meca del surf, ¿qué tal atreverse a subir a una tabla? El Sendero de Bondi hasta Coogee puede ayudarte a encontrar esa desconocida playa, pues transcurre por varias de ellas. Siempre con vistas al mar, como no podía ser de otra manera. Si solo te sirve como calentamiento, la alternativa senderista por excelencia es el Great Costal Walk. Toda la costa de Sídney a tus pies, de norte a sur. Volvamos a la ciudad, ahí podrás conocer la flora y la fauna autóctona en el Zoológico de Taronga. Hasta 2900 especies y la posibilidad de descubrirlas todas en un ambiente costero que lo distingue de otros. Con la alternativa de Roar&Snore; podrás, además, pasar la noche bajo las estrellas en una acampada diferente. Tampoco puedes irte sin haber explorado los Jardines Botánicos de Sídney, lugar de investigación científica y habilitado al acceso público. Como no, también puedes subirte a uno de sus característicos Ferris y trasladar tu excursión al mar. Podrás ir a lugares muy diferentes como, por ejemplo Balmain, Double Bay o Manly. Sin embargo, el que no puede faltar en tu visita es la isla de Cockatoo, en el interior del continente. ¿Conoces la gastronomía de Sídney? Otra de las cosas que deberías hacer es descubrirla. Está basada en los productos del mar gracias al fácil acceso a sus aguas. Dos ejemplos de ello son el Seafood Dish, un plato de marísco; y el Barramudi, un pescado típico del lugar. En el restaurante Fish at the Rocks podréis disfrutar de estos platos y más, cocinados de la manera más típica. Otras de las sugerencias son el Quay y sus excepcionales vistas al puerto, el Sepia y el elegante Rockpool con su toque asiático.

La construcción que más identifica es ciudad es, sin lugar a dudas, la Ópera House de Sídney. Todos hemos visto alguna vez una foto suya, por mucho que no supiéramos lo que era aquello. No es de extrañar que sea el símbolo principal de Australia y uno de los edificios más conocidos a nivel mundial. Declarado Patrimonio de la Humanidad, en su interior se desarrollan todo tipo de interpretaciones culturales: ballet, teatro, ópera y demás producciones musicales. Similar es el caso de la Catedral Metropolitana de Santa María, más conocida como la Catedral de Sídney. Es la más grande de toda Australia y otro punto de especial interés. La importancia de la Torre de Sídney es también cuestión de centímetros: 309 metros que hacen de ella la tercera más alta de la nación. Existe un mirador habilitado al acceso público para tener una vista de la ciudad a más de 250 metros. El Puente de la Bahía de Sídney cruza toda la superfície marina ante la mirada de la Ópera. Además, podrás introducirte en el mundo de la escalada gracias a las expediciones que se llevan a cabo a diario hasta el punto más alta de la estructura. El barrio más antiguo de Sídney es el The Rocks, donde se encuentran las grandes referencias al pasado colonial del lugar. La riqueza australianda no acaba ahí, también tiene un alto valor natural. Al igual que Londres, Sídney también cuenta con su particular Hyde Park en el centro de la urbe. Seguro que también recorres parte del Parque Nacional de Sidney Harbour, repleto de zonas verdes, playas e incluso islas. El Parque Nacional de las Montañas Azules no merece menos la pena, aunque ya deberás salir de la ciudad para adentrarte en un paisaje montañoso muy característico del continente oceánico. No te olvides tampoco de pisar la pequenísima isla de Fort Dension.