En la encantadora ciudad costera de Audierne, donde la brisa del Atlántico se funde con el encanto de Bretaña, se encuentra la Residencia Le Domaine de la Baie. Rodeada de más de seis hectáreas de exuberante parque arbolado y junto al bellamente restaurado Château de Kéristum, este tranquilo refugio ofrece una combinación perfecta de naturaleza, historia y confort moderno. Ya sea paseando por los animados muelles del puerto o explorando las estrechas calles con un rico patrimonio histórico, Audierne le promete una escapada inolvidable.
La residencia consta de ocho casas adosadas, cada una cuidadosamente diseñada para brindar un ambiente acogedor y acogedor. Con amplios interiores, una cocina totalmente equipada y una terraza privada, cada casa garantiza una estancia confortable para familias y grupos. La distribución incluye una sala de estar con un sofá cama doble, un dormitorio principal con una cama doble y dos dormitorios adicionales con dos camas individuales, ofreciendo amplio espacio para hasta ocho huéspedes. Servicios modernos como acceso wifi (disponible en recepción) y extras opcionales como juegos de sábanas y cunas para bebés satisfacen todas sus necesidades. Para relajarse y disfrutar del tiempo libre, la propiedad cuenta con piscinas climatizadas, tanto interiores como exteriores, donde podrá nadar o relajarse en las relajantes aguas del jacuzzi. La piscina exterior, abierta desde mediados de junio hasta mediados de septiembre, es perfecta para disfrutar del sol de verano, mientras que la piscina interior ofrece un remanso de paz de abril a octubre. Con barbacoas eléctricas disponibles para alquilar, podrá disfrutar de comidas al aire libre disfrutando del aire fresco del mar.

Enclavada entre la belleza agreste de Pointe du Raz y el atractivo cultural de Quimper, la residencia goza de una ubicación ideal para explorar las impresionantes playas y los pintorescos pueblos de la región. Tanto si busca un remanso de paz como unas vacaciones llenas de aventura, Residence Le Domaine de la Baie le invita a experimentar la magia atemporal de Bretaña.