Este alojamiento se encuentra en una casa familiar tradicional de piedra, rodeada de un precioso y amplio jardín con vistas al océano Atlántico y al Monte Tecla.

Es un lugar único, ya que respeta la disposición y el ambiente de las casas gallegas tradicionales, pero ha sido reformado y decorado cuidadosamente para ofrecer las comodidades de una vivienda moderna. El entorno brinda múltiples posibilidades para el ocio: actividades culturales, naturaleza, paisajes, gastronomía, mercadillos y observación de aves, ideales para disfrutar del tiempo libre. La casa de piedra, con cubiertas de madera y suelos de barro y tarima, mantiene la estructura original de su construcción.

En la distribución de las estancias se han conservado las divisiones propias de una vivienda gallega tradicional. Un amplio espacio ajardinado de más de 1,500 metros cuadrados rodea la casa.

La vegetación, formada por eucaliptos, limoneros, robles, magnolios, hortensias, buganvillas y otras plantas, crea un ambiente agradable y privado, protegido por muros de piedra. La parte occidental de la casa se orienta hacia el océano Atlántico, permitiendo disfrutar de vistas al mar y al Monte Santa Tecla desde todas las ventanas de esa zona. El salón, con techos altos, es uno de los espacios más encantadores de la vivienda.

Mantiene la tradicional distribución en un único espacio del hogar y el área de descanso.

La casa es fresca en verano y cuenta con una chimenea de hierro fundido para hacer el invierno más acogedor. Los huéspedes pueden utilizar la totalidad de la casa y el jardín.

Si se avisa con antelación, es posible añadir una cama pequeña plegable para un niño. Si lo deseas, podemos sugerirte lugares para visitar y actividades para realizar durante tu estancia. Esperamos que disfrutes de la casa tanto como nosotras al prepararla.