Inmersa en un oasis natural a las afueras de Roma, esta villa le da la bienvenida con unas vistas espectaculares al campo, al bosque de robles y a las aguas turquesas del lago.

Un refugio de paz donde el silencio de la naturaleza le envolverá en una atmósfera encantada. La villa destaca por su diseño único, donde la piedra blanca y la madera de roble se funden armoniosamente con el entorno.

Los amplios ventanales crean un diálogo continuo entre el interior y el exterior, mientras que los espacios están pensados para acoger a familias y grupos de amigos con total comodidad. El jardín, con su cuidado césped inglés, ofrece infinitas posibilidades de ocio para los más pequeños.

La terraza equipada, con horno de leña y barbacoa, es el lugar perfecto para almorzar al aire libre, mientras que la playa privada le espera con cenador, duchas y servicios.

También hay equipos para practicar deportes acuáticos. A solo 40 km de Roma, se encuentra en una ubicación ideal para explorar los tres fascinantes pueblos que bordean el lago: Anguillara, Trevignano Romano y Bracciano.

La carretera que rodea el lago le regalará unas vistas inolvidables, mientras que las tardes en Trevignano, con su romántico paseo junto al lago, le cautivarán.