El centro histórico conserva todo el encanto de un típico pueblo del suroeste, con sus muros de ladrillo reflejándose en el Tarn. La abadía de St-Michel o la plaza del Griffoul, los parques y las callejuelas llenas de vida son visitas obligadas, por ejemplo el día de mercado.

La reputación de los vinos de Gaillac está bien consolidada y hay muchas cosas que ver y degustar. Pasee por los Chemins de la Vigne, conozca a los viticultores, pruebe los tintos, blancos y rosados... Hay más de 100 catalogados en la Maison des vins.

Y si quiere ponerse las zapatillas de deporte y pasear por las viñas y los bosques, pida consejo a sus anfitriones, que conocen sus viñedos al dedillo.

Casa rural independiente, a las afueras de Gaillac en dirección a Albi, cerca de la casa de los propietarios. La casa rural ha sido completamente renovada en 2014.

Pequeño jardín, agradable terraza y gran piscina totalmente privada (9X5m) disponible del 1 de junio a finales de septiembre.

Planta baja: salón (sofá, TV) con salida a la terraza, comedor, cocina totalmente equipada (nevera, lavavajillas, horno, placa de gas de 4 fuegos, microondas), wc. Arriba: dos habitaciones abuhardilladas (ventana en el techo), cada una con cama de matrimonio de 140 cm, cuarto de baño con bañera esquinera. Instalaciones para bebés.

Dos bicicletas disponibles

La factura de la calefacción se ajustará a la salida.

Le encantará Gaillac, una ciudad dinámica entre Toulouse y Albi, que dio su nombre a uno de los viñedos más antiguos de Francia.